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4.
La
expedición.
-
La concesión fué dada por el
gobernad"o~
del Perú Vaca de Castro, hacia fines de
1542.
Nombró a Rojas 'justicia mayor', gobernador
de las tierras por descubrir, jefe, por consiguiente;
a Felipe Gutiérrez, 'capitán general', segundo; y a
Nicolás -de Hereclia, 'maestre de campo', tercero,
por tanto, en la autoridad y en el mando de la expe–
dición.
Ésta.
partió del Cuzco poc.o tiempo después .
(32).
- 5.
Los expedicionctrios.
-
«Los que entraron en
esta demanda - dice
G~tiérrez
de
Santa Clara, cro–
nista · de esos ti(empos - fueron hasta doscientos
y
cinqnenta- hombres
muy
valientes
y
animosos, los
quales fneron bien ade.resgadas
las
personas y aper–
cebidos de muchas armas, cauallos
y
gran servicio
de negros, negras, yndios, yndias y muchos ynclios
amigos»
(op.,
lib. ·111, cap. XVIII)
(33).
Venjan divididos en tres partidas escalonadas'
bajo el
mancl©
de los tres capitanes ya nombrados.
6.
La partida
de
Rojas.
-
Diego de Rojas _§alió
adelante con la suya., compuesta - según Lozano–
de ' ses·enta soldados'. Fué el primero, pues, en
entrar
en
Tucumán, probablemente por
fa1
Puna
jujeña y los Valles Calebaqufos, siguiendo el
ca–
mino del ·
Inca.
Llegó así al 'valle de Ohicoana ',
donde estaba,
~in
duda, la población del mismo
nombre, de que ya hemos hablado. Sentó allí su
real en espera de Gutiérrez que venía detrás; pero