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EXPLORACION E INCIDENTES DE VIAJE

_tropel, en el puente de la Ahnudena, donde las lamentacio–

nes cesaron súbitamente y las inconsolables se agruparon

..sonrientes en torno de un hombre, quien ile pie sobre una

_pieqm, les repartió

cuartillos

(monedas de tres centavos) ,

.que

~acaba

de su sombrero, y después de er;:to las aflig·idas

criaturas se v0lvieron atrás, riendo y charlando para espe-

.rar otro funeral. Por un

medio

cad<1 una de estas lloi'OJUlS

' de oficio de la calle del Hospital acompa ña lo¡;: cadft,·eres

hasta la puerta del cementerio, sintie·ndo destrozársele el cu–

.razón de dolor

:r

se deshace en lág-rimas.

e

El panteón está cercado con altas parer1es

blanca~'<

y

tie–

-ne una portada de piedra con rejas de hierm.

Eneim ~t

de la

-puerta hay un nicho, y en él un verdadero esqueleto Ro:..;teni-

·do por una varilla de acero, con una corona dorada sobre

su cabeza o sea y con dos banderas met álicas en · sns manos

descarnadas, con estas inscripciones

"YO SOY PABLO El–

LLACA"

" MEMENTO MOR!" .

Pahlo

Billc-~ca

fué 11lLañil y

-murió de una caída cuando estaba componiendo la fachada

·de la cated ra l.

·

Las dist1

acc~ones

en el Cuzco son las procesiones religio–

sas y las peleas de gallos. Las primeras son ccLsi de todos los

' días, y tan frecuentes, que pronto dejé de preocuparme de

'ellas. La:-: segundas se realiza n sola mente los domingos. La

cancha

está en el patio del extinguido

bea tPrio

de SanAn–

drés y consiste en un redondel de barro de dos pie·s de alto y

otros tantos de espesor, rodeado de bancüs circulares de al–

turas ascendentes, destinados a los espectadores. Alrededor

del patio hay filas de jaulas para los gallos, algunas de las

.cuales están llenas con los huesos de las piadosas beatas

que fueron sepultadas en

el

patio, y cuya;s cenizas se remo–

vieron para hacer las paredes de la

canrhu..

Las peleas eran

muy concurridas por clérigos, magistrados

.Y

milita res. Tu–

ve la suerte de ganarle una

onza

al Presidente de la Corte

·Superior, que me desafió a apostar por el

bizcacha,

un g;allc;>

importRdo, con un solo espolón que ya había ganado dos

peleas. Mi sirviente Ignacio había descubierto un "pájaro"

de excPlentes cualidades en Cacha y lo había traído envuelt9

en su poncho. con el propósito {le hacerlo pelear en el Cuzco .

.Durante dos semanas estuvo en el cuarto de Ignacio

y

ab-

sorbió gran párte de su atenci6n fuera de que me fastidió

con sus incesantes cantos, de tal manera que exigí que pe–

leara pronto, que fuera del'lpachado a la calle, o decapitado.

·lg·naciO se resolvió por lo primero, me pidió el sueldo por un

'

mes adela

ntado, jugó el g-allo por cuatro onzas; ganó; luego

vendió.el

gallo por ótrá onza; se fué a beber y dilapidó el úl-