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EXPLORACION E INCIDENTES DE VIAJE

insertar algunos grabados de objetos de alfarería

esco~idos

~ntre

mq.chos centenares

y

que ilustrarán la habilidad

de

los

antiguos

y

SU·

gusto por el humorismo.

En algunos respectos la reliquia más importante en la

colección de la señora Cent.eno, es el hueso frontal de un crá–

neo del C!"menterio de Yucay, que muestra un caso evidente

~e

trepanación en vida. La señora Centeno fué tan bonda–

dosa que me lo dió para su estudio que fuéhecho por los me–

jores cirujanos de Estados Onidos

y

Europa,

y

e~

considera–

do por todos como la prueba más notable dRl conocimiento

de la cirugía en,tre los aboríg-enes ha,;;ta hoy descubierta en el

Continente. Pues la trepanación es una de las operaciones

más difíciles de la cirugía.

,

El corte del hueso no fué hecho con sierra sino evidente–

mente con un buril semejante al usado por los grabadores

en madera

y

metal. La abertura es de 58 centésimas de pul–

gada de ancho por

70

centésimas de largo.

La falta de esculturas en el Perú, sin contar pequeños

objetos de piedra, es not.able

y

contrasta con lo que hemos

visto en Méjico

eh la América Central. Unas 0uantas terra–

cotas han sjdo bal1ada& en el Cuzco, pero con excepción de

algunas serpientes en relieve en los muros

.Y

dinteles y de u.n

grupo de Puma sobre las puertas de una casa en la calle de

Santa Ana ,

(

) no

!';e_

ven esculturas en

el

Cuzco.

Hay

algu–

nas figuras que semejan grifos, etc. eu el patio de una casa

de la calle del Triunfo

y

una llamada sirena en la pared de

la terraza de Ccolccampata, pero

yo

las considero como mo–

dernas. En la colección de la señora Centeno, no obstante,

se encuentran dos figuras de piedra que toscamente semejan

.

{1).-Debe decir Santa Teresa. Se refiere a la casa número 6 hoy del

agente de honras fúnebres don Eleázaro Velarde. En el grabado ele la pá–

gina 461 del original se pre!>enta la esquina de Santa Teresa con el nom–

bre equivocado de Santa Ana, y una escena del

alcco-ppanay

o apaleamien–

to de perros, sistema reemplazado con el envenenamiento por estricnina

que da lugar a cuadros no menos eaificantes.-N. del T.

Perú, pudo interesar a

sus

lectores mucho más

([Ue

con histm·ias fantásti–

cas"

.-N.

del A.

Si tales embustes se publicaron en el siglo

XIX,

¿cómo creer a ciegas

en las crónicas del siglo

XVI?

Bueno es recordar que Squier y Raimondi

fueron. compañeros de navegación y estudio en el Lago Titicaca. En cuan–

to a Saint Criq, formó parte de la expedición del conde de Castelnau en el

sector del alto Uruhamba. Véase el lib. o

•·Coordenadas Geográficas del

Cuzco" del doctor Fortunato L. Herrera, que también podría llamarse de

''Los Hombres de Ciencia que han visitado el Cuzco". Ya hemos dicho que

Squier vino al Perú el año1863 como encargado de negocios, Tardó tres

años en nuestro país .-N. del T.