T~ené
un
·a~ujét·o
par'a vaciar, pero
e~
acÚeducto que servía
'p·ar::J. ll
enaJ·!ri está destruído.
(1)
· '
·
.
·
Sin
erobargo.elconvento
es'tá
rlotttdo de agua qcre viene
por canales suiJterráneos cuyas· fuentes son
desconocida~.
Hay algunas razqneR pam·creer que lós incas conocían · las
leyes de equilibrio (:l'e.
~os
líquidos qne 'no con9cieron los Ro–
manos,
y
que conducían el agua para
el
templo y otros lu–
~ares,
a través de sil'ones· in verti'dos,
pó,r
debajo del cauce
ae1 Huatanay.
' ·
·
·
Por E'llado del Huatanay la vista del' Ten:¡plo del Sol ha
debido !'er pTeciosa tOlDO
lo .es
aurt,
limitada Únicamente
por
la,:; montañas que cercan el val'le dd 'Clizco eri·esa direc–
ción. Por el lado opuesto, uo obstante, pa'rece 'q·ue no exis–
t.ier.onsino una calle estrrcha, apenas de
'nue'\re pies de an–
cho ,y edificio,:; comparativamente de ruda cónstrucción: El
Io.tiPatupa, f:ll frentE', unido a la plaza Central o
:riuacapa~
ta~)or
tres calles_
ele
parede:'i elevadas, altas
y
sólidas aún
1
.no tenía ;
co~
todo, más de cuatrocientos' pies de largo pót
cien de n.ncho
'j'
no
corr~sponde
a la grandeza que le atribu–
yen las narraciones
ánt.'~uas.
.
· .
,
1
Algnnos · de los CI:'O'Oistns
dtcenque el templo estaba ro2
deado de. una elevada mil ralla; pP.ru nada es más 'cierto sino
que los muroR exterio rP no eran ptros que los propios clél
edificio. Nos· dicen también que las terrazas del aardín del
tPmplo
E'Stt~ban
cuhiE'rtas con
terron<:s de oro y qt1e c01ite"
nían una 1nfinita yariedad de ·árboles y plan,tas de oro y
plata y figuras de bbmbt:es, de cuádrúpedOR, aves, reptiles e
~n~ectos,
todo del mismp
pl·eció~o
nietal. Q
ue laf; paredes
interiores del templo estaban ·cubiertas .con planchas.de los
mismos meta.les
y
l)ue las cornisas ·interiores
.Y exteriores
(de una vara de ancho segCin GArcilaso) eran · de oro, no es
increíble; pero que los jardines del
t~mplo '
que· cubrían una
árPa de seiscientos'pies dé larg·o por casi treRcientos de an–
cho. estaban tambié:ri cubiertoi:i de oro
y
pla.ta,excede la
credulidad.
·
·
· ·
·No es que los
anti~uos
joyeros ·no 'hayan imitado a ve•
ces objetos naturales con apreP.iable 'habilidad, pues de ello.
tenern,os abundantés prllpbas,t siüo' que los ·Incas par·ece qne·
fueron una razá ele notable buen sentido, · eminPntemente
práctica y utiJitar
1
ia en stis ideas
y
en sns obras,
y
demasia–
d0, estoy seg·uro, pa1'a hf.l ber t:rabajado el oro imitando la
leña, para amontonarlo fuera del'templo! Existen en el
Cnz-
;
.
.
.
'
. (1 )· -Este hermoso monolito
fué
detenid<;> en la estación de los ferro–
carriles por acción popular,
y
no obstante remitido al Museo Histórico
dt! Lima.-N . del T.