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EXPLORACION E INCIDENTES DE VIAJE
en parte por la plaza principal, era de
850
pies de la rgo por
550
de ancho. Estaba dividida en dos partes aproximada·
mente iguales por el riachuelo Huatanay <]Ue corTe a >eiiite
pies por debajo de su nivel, el cual estaba encerrado t>n un
canal de 'quince pies de-ancho con paredes de ¡Jieurn labrada
~· cu~ierto
entonces com? ahora pmgmndes lozas de piPJ n1..
El área al N. E. del r10 se llamaba Huacapa t.n o Terraza
ú
Orilla Sagrada,
y
la del otro lado del do , Cusipata o ''l'e–
rraza del Regocijo. Una parte de Cusi¡
.nl.taestá edfficada
ahora y hay una manzana de casas sqb1·e el río qne corTe j.>dr
debajo. En el lado S. E. de Cnsipata estaba la
ca~a
del cro–
nista Garcilaso de la Vega qne puede aún reconoeerse por la
desct:ipción que hizo de ella. En este lado del río no hHbían
palaciqs reales-así dicen los antiguos cronistas ; pt> ro habían
algunos edificios considerables y bien constnlictos co11io lo
prueban las ruinas. Eran sin duda de la clase llamada
gaJ–
pones.
Existen todavía numerosas portadas incaicas con
secciones adyacentes de mur·os antiguos, ut.ilizaaos por lus
españoles. En la gran plaza de Huacapata se celebraban las
&¡·andiosas fies tas. de los
Inca;.;.
Allí a camparon los españa–
Fes cuand e t f"a ron en la Cindud
y
all1 resistieron el tenibl e
sitio que t an adm irableJIIlente ha descl'ito Prescott, en el que
fué muerto .Jua P izarr(i).
Un qbjeto
~sible
de todas partes de la ciudad es' la coli–
na empinad'a de
Sac.saht~a.,rnáJn
que se eleva a 760
pi~s
al nor–
te·de la ciudad, sobre la
~ual
edificaron los Inc.a.s la gigan–
tesca fortaleza ciclópea
denominad~.
por
los conquistadores
la novena maravilla del mundo. Describiré esta fortaleza en
otro lugar.· Al ·prf!sente sólo diré <]Ue a ciert.a altura de la
falQ.a.o
ladel'a, en el sitio en que é¡;:ta es tan empi11ada que la
ascención se hace.casi'imposible, hay una serie de hermosas
terrazas, sostenidas por muros ciclópeos
qecora.do~
con ni–
chos, que reciben
e~ .
nombre de Ccolccampata o 'ferraza de
los Graneros. Se dice que· aquí edificó su palacio el primer In–
ca
y
fundador del Cuzco, Manco Ccapac, del que quedan to–
davía algunos fragmentos-una portada, una ventana, una
pP-queña
s~cción
de pared
y
algunas porciones · de cimientos
que no bastan para trazar un plano c9mpleto de la ·cons–
trucción. Habían fuentes aquí,
y
el sitio ocupado ·ahora en
parte por la iglesia
v
plaza de San .Cristóbal, n,o Rolo domi–
naba toda la ciudad, sino todo el valle del Cuzco. Las
terra~
" z~s
estaban rellenadas con la tierra. más fértil, cell:'bi ada aún
por
su
feracidad,
y
en conjunto, es casi regio en su posición.
L0s Incas eran jefes de una gran Nación que rlependía de
a agricultura. Para demostrar su respeto por la industria
que constituía la base del Estado, para dignificar y exalta'r