EN LA TIERRA DE LOS INCAS
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se proyecta a manera del aler·o de nna cnsa.
y
tPrmina en ·
u na espec:ie de pico gra barto rnuamen te eu forllla de cabeza
dt> r•ulebra. Un
líquido n·rtirlo en <.:nnlquier. parte del canal
llegai"Ía a este pico
y
caei"Ía en cnalq u ier vasija coloeada de–
La jo. Qne el
~urco
representaba uua t-ierpieute, resulta claro
po1·qne se adPlgaza ha<:ia la cola
y
::;e l:'llsancha por el lado
<.:untmrio, por sus
ondulacione~
J
por la forma de la cabe–
za.
Su
hay
dnrta acPrca de qu e las 1'0(·n.:;;
~o1itariéls
eran ob–
jeto de
g.T<~
n veueraeiém para los a.n tiguos peruanos, qnie–
Ites
!u~
lauraban extrañamente
y
construín11 edificios en
torno de ellas.'· ofrecíau
~acrificios
a ellas o a lm; espíritus
qtw las animaban ( 1 ).
Vi centenares
d~
tales l'Ucas en el
paí!'-,
~·en
In.
flct.ualidncl no ha.y una roen. notable por su
funtta
~·
s11 posiei6u 1:'11 los calllillos de la la Sierra, ante la
que los ludios
110
se quiten el sombrf'l'O
y
no hag·an una
l"e\·er·e!JI:ia mttsitando palabn.1.s extr'aiia;s de conjum. Con
fre<.:uéncia
~e
quitan de lfl boca la coca que ,·an nHJSticando
y
la anojan contra la peña
y
a
VfJc:es.(~Qg·eu
nn guijarm
y
lo
tiran contra la roca., por lo
~·1-'llt->t'al
en un mis1uo punto, de
t<:-d manera que con el
t
·ap:-;tllr·su dP_I
tÍ l'lll!JO se forman ca–
vidaues considerabl es, por esta cansa. en la piedra.
La
rol'a de que t.n.rtamos e,.; uo tJn bit> por
Sll
si tu ación
:v
dinwnsiout>R
y
pnesto que está 1rndPfld1;1 de un(t considera–
Lle serie de cdi 1.eios h<.L
d~ bido
ser objeto de mncha vener·a–
ción. Y como sa.lwlllos qnP )m; ¡.;acrifieios en forma de liba–
eiones erau
corntme~
en todo el
l\·rú, podemos mu:r bien
ereer· c¡ne el ca.nal serpenteante CJLte
rodea esta roca tenía
por objeto recibir las ofrendas ele ehieba. cpw debían hacer
los caminantes oblig·ados a p1u;ar· por· e¡.;te sitio en sus via–
je::; por el valle. El carwl estaba lubrado a
nna altura con–
veniente del sut:!lo, al nivel del pecho, pa
nl
faciiit.arlas con–
tribuciones
de
los fieles, quienes probn bl
emente no sabían
d6nde iban a parar después que pPnetraban Pn los camari–
lle~
de Jos Pclifieios 11dyflcer1tes pal'<l inspinu· los oráculos
que les hablauan
de,.;<]p
la ruca sagr8cla..
L<)S
anticuario~
han sonreído fl'pcueuterw.. ntf' al enc-ontnn· entre las ruinas
de G1e<:ia
;y
Roma. el CÓUJU<lo gabinete del
sace~·dote
detrá
---
'
---
(1) En la provincia de la 2onvención, se ha descubierto la roc.a escul-
pida mucho más notable y de
m:Jyor~s
dimenl'iones llamada antigua mente
l'uracc Rumi [piedra blanca]
y
hoy Nu!¡tta Hisppana, (quizás, retrete de
la princesa.) donde, seg6n
la
crónica del Padre Calancha , moraba una le–
gión de diablos. Tiene también edilicios accesorios cuya disposición es
muy
pa r~~: id a .
co111o puede
v~rse
co•upat·a.:-•do los planos. Inca Laud . pá–
g ina
24
.,.-N. d a ! T.