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EN LA TIERRA DE

LOS. TNCA<::

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tes de lallegadadelosespañoles.(l)Podemos simpatizar con

las lametaciones del viejo descendiente de jos Incas quién

escribe así:

'·Los españoles, engreídos con sus victorias bien pu–

dieron resvetar

e~ta

fortaleza

y

conservada para su propia

gloria

y

para mostrar a las venideras g·eneracion9s la gran–

deza de sus conquistas

y

para eterno recuerdo de sus hechos

Pero en lugar de esto, la dest1·u¡eron deliberadamente pa–

•·a tthorraJ·se el trabajo de labrar piedras para sus edificio•

y

de~bnnancaron

hacia la ciudad rodas las piedras labra–

daH de tal mttnera que uo hay

ca~o~a

en ella que no

e~o~té

cons–

truídH, con piedras de· este soberbio monutUento de los ln–

caH. Oe este modo la majestuosa const•·ncción fué casi to–

taltUeute arruinada pa•·a ete•·na peRadumbre de quienes

la vieran en lo venidero

y

cont.eJJJt)laran sus restos"

. Las tres murallas de peñas dejé en pie porque no las

pueden derribar por la

grandez~t

de ellas, i aún con todo

eso, seg-ún me han dicho, hall derribado parte de ellas btÜ;•

cando la cadena de Huaina Ccapac,

por~ue

t ,uvieron conje..:

turas que la habían enterrado por allí" '1 rescientos años no

han sido suficientes p

rwde~o~vanecer

la idea de que enormes

te–

soros estan escondidos dentr·o de la fortaleza ni han basta.:

do trescientos años de excavarioues m

á"'

o menos constantes

para desanimar a Jos buscadores de •'tJapados". Al hacer

nuestr·o ebtudio opográficu de la fo•·tal(i'za' i del Rodadero

enc

ontra

mos frecuentemente en las mañanas a.l

reanudar

nue~

t.ro

ttahajo, que las eHtacas que hu.bíamos plantado

para señala.r el sitio desde el cual dPbíamos proseguir, ha;

bía.n sido removidas i el ter·reno profundamente excavado

durante la noche.

Yu dudo de que P.n todo el pueblo, sea de las clnses

!SU–

periores o inferiores de la Siena se encuentré media docena

de personas que no tengan para si la · idea de que las inves–

tigaciones

d~C>

los antiguos monumentos no sean otra cosa.

que un ridículo pretexto para buscar la cadena de Huaina·

Ccapac o algun otro ''tapado" de valor equivalentP.(2)

Presumo que no Rerían pocos los que a mi· regreso tin

tanto precipitado a la Co:-;ta, cuando comenzaron las llu.•

vías, habrían jurado que había encontrado el '

"ta~ado"

i

(1) "La fortaleza" es probablemente m'ucho más antigua: El cá•

llficativo "incaico" aplicado a las ruinas no tiene un sentido estric–

to.--N. del T.

(2).,.-Por mucho que nos duela, hay que confesar la obsesión de los

•'tapados". No es el que conmentamos el

úni~o

párrafo en que .el a_utor.

se burla de esta manía nacional. Y lo m1smo hacen ¡\!Ir. Hmgqam

1

otros.,.....N del T.

·