PRóLOGO
El AmericaTiismo,
o
Americanística como escriben algunos, entre ellos
Lenz, es una ciencia
sui generis.
No es el americanismo astronomía, y
sin embargo ha producido demostraciones y teorías astronómicas, que,
al admitirlas
o
rechazarlas, reclaman ser discutidas
ah imo.
No es e!
Americanismo geología, y sin embargo reposa en la geología; ni es
zoo–
logía, paleontología
o
botánica, pero contiene, a la vez, todo esto. De
igual manera, no se puede abordar su historia, sin tener ideas claras so–
bre la eficacia del método etimológico,
la
historia de las religiones, las·
ciencias orientales, la egipto ogía, las lenguas clásicas y la filología.
Por
otra parte, su contenído esencial pertenece al antropólogo, al arqueólogo,
al lingüista y al etnógrafo.
¿Recordáis la conocida págína retórica de Vmor FJ,ugo? "El pulpo
no tiene coraza, ni cuerno, ni d1trdo, ni aletas cortahtes, hi alas con uñas,
ni virus, ni garras, ni pico, ni dientes.
·y
sin embargo el pulpo es el
más formidablemente armado de los animales."
Y bien, el Americanismo es muy parecido a la
pieuvre.
Este libro se propone tratar la historia del Americanismo, desde
los días del descubrimiento hasta hoy.
Si eres, amigo lector, un apóstol de la unidad aristotélica, este libro
tip
es para
ti.
Por
su misma
naturale~a,
y.
m'!Ís aún
por
obra de los,
hombres, la materia a tratar ofrece los dos aspectos del caos: incompren–
sión y desorden: ¡una verdadera Babilonia!
¿Lograremos proceder con orden y claridad? He aquí la cuestión.
Como primera ·medida evitaremos toda elocución vaga. Tanto más du–
radero será nuestro edificio, cuanto más rigurosamente hayamos resistido
a la cómoda seducción de los
verba generalia.
No
no.sjbastará negar que los Egipcios emigrasen a América,
o
que·
·
el
Murex
de la
púrpura
fuese importado desde el Mediterráneo, m que