sar de la constante exportación que se hace,
de poco tiempo a esta parte, demuestran que
el
arte cuzqueño, en obras
de
talla, no tuvo
rival.
Ese espíritu religioso que orienta
al
arte
es también el que dirige otros aspectos de
la
cultura colonial. Las universidades y colegios
son instituciones dirigidas por Ordenes
n10-
násticas, exclusivamente. La vida social
gira
en torno a los templos. De ahí que el Cuzco
conserve hasta hoy algunas fiestas tradiciona–
les de origen religioso, como la procesión del
SEÑOR DE LOS TEMBLORES
y
el CORPUS.
ta
primera, que se celebra en la
Semana
Santa
de cada año, tiene un carácter casi
fú–
nebre, p es conserva toda a.que la tradición
trágica deJ terremoto de 650, cuya fecha la
multit
a
despavo
i~a
sacó en andas a este
Cristo exhibiénaolo por las calles, implorando
misericoraia y desde aquel año se sigue ·la cos–
tumbre de sacarlo ante la adoración pública.
Además, dicha procesión adquiere un sello pe–
culiar por la enorme concurrencia de las in–
diadas que desde lejanas serranías vienen con
el
exclusivo fin de asistir a dicha exhibición y
a implórar piedad para sus seculares .sufri–
mientos de pueblo vencido y esclavizado. Des–
de este aspecto, el Señor del los Temblores,
viene a ser un símbolo
del
anhelo de redencióh
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