Desde las casi tres centurias que abarca
la etapa colonial correspondiente a la civiliza ..
ción de lo s
iglos XVI, XVII
y
XVIII), el Cuzc
fue un centro de enorme
y
fecunda producci
n
artística, como en ninguna otra ciudad
lcl
Perú
y
aún d e A1nérica meridional, pues
d
aquí se exportaba objetos de arte a otros cen–
tros de entre las amplias fronteras por la que
se expandía el antiguo virreinato del
Per ú.
Pinturas, esculturas
y
orfebrerías cuzqueña.s
'an a enriquecer los templos, conventos
y
ca–
sas particulares de Charcas, Chile y la
rgen–
tina.
El arte colonial tiene una
ri ent
ci<'
n
a–
si exclus-iva.m-ente religiosa. Arquitectos, pin-
tores,
·sci:ll to res
o
fe
e
al ser-
vicio
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Perú
y .
especial
el verdor
y
fraganci
l1
d Media.
En el
1ente
ro--p c1
de
g
ela:tt
tros con–
ventuales, encontra:ron los artistas estímulo
y
protección, así como allí profundizaban el co–
nocimiento del Antiguo
y
Nuevo Testa1nento,
donde debían beber sus inspiraciones
y
acre–
centarse sus sentimientos.
En los primeros tiempos,
el
arte europeo
se
reproduce merced
a
los copistas.
El
taller
del artista es un pequeño museo de cartones
y
modelos que reproducen
y
copian las obrae
de
los grandes maestros
de España,
Países
Ba ..
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