De manera que a partir de esa· fecha se hioie-. ·
ron las reconstrucciones en ambos edificios.
Estilo.
El estilo de todo el conjunto del monaste–
riorio de los dominicos es muy singular: es una
mezcla entre el arte incaico
y
el español; una
superposición e influencia recíproca de dos
éulturas antagónicas. En su aspecto español, asi
bJ
templo corno el convento, son de ·una senci–
llez
y
severidad imponentes. Sólo el campanario
es de un churriguerismo profundo.
La secc-ión más característica de esa con·
junción de los dos artes inencionados, es la
par te absidial del sangrario: un torreón incaico
sirve
~e
base al tabernáculo católico, cuyo as-·
pecto exteri@r tiene un sabon colonial marcado.
Plano.
El te plo es cuadrangular, con tres naves
sostenid s por gruesos
y
a tos pilares. En la
región del coro tiene dos pequeñas
capillas~
donde se venera a la Virgen del Rosario.
)
El plano del convento se conforma al an-
tiguo plano de INTICANCHA; sigue los mismos
rastros en su anchura como en sus contornos.
Reba~a
de las fronteras incaicas sólo la región
que se llama del Naviciado, que viene a caer
más allá de la muralla que rodeaba a los san ..
tuarios idolátricos.
Riquezas artísticas.
El interior del templo dominico, como el
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