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HISTORIA DE LA CIVILIZACIÓ
PERUANA
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d
infü{t
iros, hnbo períodos de transición o inter1·cgnos,
a c¡nr
los
analistas cuzqueños dieron el nombre
do
vachacutis.
Si a ]a palabra pachacuti damos este valor eronológ1co, que ·
l'N
l'l
que según nosotros verdaderamente le corresponde, la nomen·
elatura de Montesinos nos resulta inteligible, en el sentido ya in–
sinuado de que de Manco a Huáscar hubo tal número de sobera-
11os, agrupados en nueve dinastías, separadas estas últimas por
igual número de períodos pachacúticos.
Estos aspectos de alternabi1idad en el ejercicio del mando,
por parte de renovados grupos monárquicos, durante los períodos
comprendidos entre dos
pachacutis
tuvieron filosóficamente un
valor de renovación, careciendo del cual la compaginación impe–
rial cuzqueña ,habría caído en estado de inanidad
y
disolución.
. Es de creer 'que durante los dichos plazos de espera de los
grupos dinásticos, llamados a recibir el mando de man{) de los gru–
pos dinásticos cesantes, se djseñarían las futuras labores, las fu–
turas reformas, las fut
as e nquistas, los futuros programas de
acción del estado c
z.qUttlli ,
de suerte que los dichos períodos di–
násticos fueran plazos d@ renovación del organismo imperial, por
aquello de admitir
~
s &eno
uevas savias, nuevas energías, nue–
vas iniciativas
y
nuevas responsabilidades.
Aclarado el concepto de la alternabilidad en el ejercicio del
mando en cabeza de las cuatro naciones clásicas fundadoras del
in1pcrio, es de creer que, debido a los inevitables resabios de la na–
turaleza humana, determinados grupos, encariñados con el poder,
se mostrasen reacios en abandonarlo, llegado que fuese el momen–
to ·de traspasarlo a otras manos;
y
es de creer así mismo que aque-
,
llo daría lugar al alzamiento en armas de la Nación que viese
desconsiderado su buen derecho.
Este ha debido ser el móvil de las insurrecciones de los Chan–
cas
y
de otros pueblos mencionados por los historiadores.
Ello es que una experiencia milenaria ha debido enseñar a
los antiguos peruanos que to'da organización sociológica o política
n0ccsita renovar sus elementos dirigentes al cabo de ciertos plazos,
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pena dr desnaturalizarse
y
perecer.