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EL INCA GARCILASO DE LA VEGA
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o camarada, y apalancando todos juntos a una
levantan grandísimos céspedes, increíbles a quien
no los ha visto; y es admirable ver que con tan
flacos instrumentos hagan obra tan .grande, y lo
hacen con .grandísima facilidad sin perder el com–
pás del .canto. Las mujeres andan contrapuestas a
los varones, para ayudar con las manos a levantar
los céspedes y volcar las raíces de las yerbas hacia
arriba, para que .se
.S·equen 'y mueran y haya
menos que ·escardar. Ayudan también a cantar
a
sus mar1idos, particularmente con el retruéca-
no
H(JJ1Jlli.
· -
·Pareciendo bien estos cantares y el tono de
ellos al maestro de capilla
de
aquella iglesia ca–
t·édral, compuso el año de cincuenta y dos una
chanzoneta ·en canto de órgano para la fiesta del
Santísimo :Sacram·ento, contrahecha muy al na–
tural al canto de los Incas. Salieron ocho mucha–
chos
mes.tizo~
de mis condiscípulos, vestidos como
indios con sendos arados en las manos, con que
repres·entaron en la procesión el cantar y ·el
Hary–
lli
d·e los indios, ayudándoles toda la capilla al
retruécano id·e las coplas, con gran contento de
los ·españoles
y
suma alegría de ·los indios, de ver
que con sus cantos
y
bailes solemnizasen los es–
pañoles la fiesta del Señor Dios nuestro.