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AUTORES
~IELECTOS
Los canteros por el semejante, no tuvieron
más instrumentos para l.abrar los piedras, que
unos guijarros negros que Mamaban
hihuana,
con
que las labran machucando más que no cortando.
Para subir
y
bajar las piiedra·s no tuvieron in–
·genib alguno, todo lo hacían a fuerza d.e hraz-os ;
y
con todo eso hicieron obras tan .g¡randes
y
de
tanto artificio
y
·policía, .que son increí.bles, como
lo encar·eeen los historiadores ·etS'pañoles,
y
com-o.
se ve por las reliquias que id.e muchas de eltlas
han quedado.
.
No supieron hacer unas tijer.as, ni agujas
de metal; de unas espinas lar.gas que allá nacen
las hacían,
y
así era poco lo que cosían, que más
era .rem
1
endar que c01ser. De las mismas espinas
hacían neines para peinarse: atábanlas entre dos
cañuelas,
que
eFan como e1 lomo del ·peine,
y
las
espinas
s~lían
al un ·lado
y
al otro de las cañuelas
· en forma de peine. Los espejos en que se miraban
las mujer es de la sangre real, eran de plata muy
bruñida,
y
las comunes en azófar, porque no po–
dían uswr de la plata.
Los
hombres nunca s·e mi-
, raban ·el e's·pej o, que lo tenían por -infamia, por
s
1
er cosa muj erH.
XX.
Habilidad de los i·ndios.
De esta manera carecieron d
1
e otras muchas
cosas necesarias ·para la vida humana. Pasában–
se con lo que no podían excusar, porque
f
ue·ron
poco o nada inventivos de suyo ; y por el contrario
son grandes imitadores de lo que ven .hacer' co-
-
Ni agujas de metal:
Las tumbas de Nazca
y
Pa–
chacamac han demostrado lo contrario e ncuanto a
las
agujas, pues las usaron de cobre. (De una nota .del Sr.
Urteaga.) ·