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EL INCA GARCILASO DE LA VEGA

dido y respondido a propósito, como si é.l y ellos

hubieran hablado en castellano, y desde aquel

tiempo, que fué el año d.e mil y quinientos y quin–

ce, o diez y seis, Uamairon Perú aquel riquísimo

.grande imperio, corrompiendo ambo.s nombres.

II.

Dioses que aldoraban los indios del l'.'erú

antes de l·os Incas.

En aquella prim·era edad

antigua 1gentili-

-dad, unos indios había ·poco meJores que hestias

mansas,

otros mucho peores que fieras bravas.

Ca:da provincia, cada nación, cada pueblo, cada

cada linaje y cada casa tenía dioses dife–

unos de otros; porque les .par·ecía que el

j-eno, ocupado con otro, no podía ayudar–

les, sino el suyo pro:pio ;

así vinieron a tener tan–

ta variedad de dios·es

tantos, que fueron sin

número.... Adoraban y.erba-s, plantas, flores, ár–

boles de todas suertes, c-el"!ros altos, grandes pe–

ñas y los resquicios de las cuevas hondas, -guija–

rros y piedrecitas, las que en los ríos y arroyos

hallaban de .diViersas colores como .el jaspe. Ado–

raban la .piedra ·esm·eralda particularmente en

una provincia que hoy

llaman Puerto Viejo ;

II.

P.uerto Viejo:

Ciudad ecuatoriana, 1situ1ada a

unos treinta kilómetros de la costa, bañada por el río

Charapotó. Fundóla a 12 de Marzo de 1535 el capitán

F ·ranci·sco Pacheco, para favorecer a

los indios de las

incursiones de otros españoles. Los indios vecinos hacían

sus enterramientos en pozos profundos: después de

ceremonias, metían al difunto con la comida

cá

de :su vino de maíz que les parecía. "Hecho esto, ponen