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antiguo nornbre ayn1ara. Todo allí grita q ne
un Huillka-colla construyó aquella casa del
Sol y que collas eran los que edificaron en
época remota gran parte de los edificios
de
aquella índole por
el
Cuzco
y
n1ás
allá.
Don.
de halla1nos patentes señales tarito del estilo
del que hablamos cuanto del de Tihuan acu
es en Chavín de Huántar, que indud able–
rnente es neto Tihuanacu. No queremos pro·
fundizar má8 esta rnateria
y
la dejamos para
n1ás tarde, para na trabajo an1 plio
y
de
la
mis1na
índole, continuando ahora con lo
principal.
Si uno estudia el corn plejo lfo.lklore, se
da cuenta de las invasiones efectuadas por
los feroces collas del últilnamente frígido Al–
tiplano, hacia los fértiles valles donde se no–
tan siempre las inigraciones eontínuas del
Sur al Norte, motivados por el enfria1niento
de la región andina .
En las misn1as· informaciones de Toledo,
a cada paso se asevera que los Incas eran ·
lla1nados por los del lugar
«ADVENEDIZOS».
Tal ha sido el odio de los naturales hacia los
Incas, que en época reciente les usurparon
sus terruños, que sacaban el oro que tenían
escondido,
y
lo regalaban a los españoles pa–
ra que les ayudaran a expulsar a aquellos.
En lo referente a los cronistas, en sus
relatos hay uná aparente conformidad en lo