Table of Contents Table of Contents
Previous Page  78 / 174 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 78 / 174 Next Page
Page Background

- 60 -

El esposo, que soñó tal vez con la felici–

dad a su manera, cayó enfermo y, presin–

tiendo la cercana muerte, mandó cons–

truir sobre la falda de la sierra, un peque–

ño panteón que se viera desde la puerta

de su casa, ordenando que a su muerte

fuera enterrado allí, como castigo para su

mala esposa.

Y en efecto : la pequeña construcción

blanqueada con frecuencia por otros deu–

dos, se destaca sobre el obscuro fondo de

la montaña y, las dos ventanitas practi–

cadas i>n su frente, parecen dos ojos q11e

escrutan sin cesar : parecen los ojos del

muerto cuya mirada se dirije, desde ultra

tumba, hacia el pueblo de Tilcara, hacia

la casa en que vivió con su segunda espo–

sa, su verdugo.