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TILCARA
Esta joya de la Quebrada de Huma–
huaca, coquetamente recostada en las
sierras del naciente, a solo 9 kilómetros al
norte de Maimará, lleva el nombre de un
cacique y de una tribu guerrera que sen–
tó por allí sus reales cuando la domina–
ción incásica.
Hermosa por sus vistas, como todas las
poblaciones de Jujuy, es uno de los para–
jes elegidos por la gente práctica y de
buen gusto de las provincias del norte,
por esos veraneantes que buscan la ale–
gría en el encanto de la vida sencilla, en
donde el frac y el escote de encajes y de
sedas no han pretendido aún sentar plaza
en lugar del modesto saco de brin y del
tradicional vestido de zaraza o de percal
almidonado.
Perdura todavía la costumbre de esos