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HORACIO H. URTEAGA
ron reinos bien constituídos. Formaba la base de su pobla–
c·ión, la raza cultísima de los yungas, aquella que desde Gua–
yaquil hasta Arica, había desarrollado una espléndida cultu–
ra, la que había elevado Chanchán para la residencia de sus
reyes, Paramonga para la defensa de sus valles paradisiacos
y Pachacamac, para el culto de su dios. Yungas eran en su
mayor ·parte, pues, los habitantes de ese inmenso polígono
del territorio citado, y de índole guerrera y teocrál:ica · la
constitución de ,.sus gobiernos. Tenían el culto a los elemen–
tos de la naturaleza. Adoraban a Ja diosa Tierra, al Catuilla
o el rayo, a la diosa de la lluvia, que en sus danzas celestes
con Catuilla, que era su hermano, al romperse el cántaro
hermoso que llevaba lleno de agua, desparramaba la lluvia
y el granizo, y fecundaba a la madre tierra, que regalaba al
hombre Jos frutos y las flores. ( 1 ) .
Entre estos reinos preincaicos del norte figuraban Jr,s
Guambos. Las antiguas tradiciones aseguraban que
ésro~
llegaron de los llanos y se establecieron en una parte de la
provincia de Chota. A <imitación de los Lampayecs, fundaron
un santuario de su dios Chot, el que, probablemente, era el
totem
de la tribu madre. A este santuario se estableció una
incesante romería, y pronto, como en Pachacamac, a la cons–
trucción del templo se siguió la edificación de viviendas que
albergaban a una población tan numerosa como rica. Los
Guambos, establecidos en lo que hoy es el distrito de su nom–
bre, perdieron su importancia de tribu originaria; dos nue–
vos establecimientos salidos de su seno y que habitaban en
férti les regiones, habían preponderado. Guambos sólo era re–
conocida como la tribu madre o como la ciudad metropolita–
na. Los nuevos establecimientos : Ch_ota y Cutervo eran mu–
cho más ricos y poblados.
En las conquistas de Huaina Capac se citan ejércitos de
los guambos y los cutervos como aguerridos e intrépidos, ce–
losos de su independencia ayudaron hasta el último trance
a los Caxamarcas en su lucha con los kechuas y sólo cedie–
ron mediante honrosas capitulaciones. Las cualidades de su
carácter: tenacidad, valentía y espíritu de empresa, las han
{1) .-Garcilaso.
Comentarios Reales.
Primera parte. Riale
Mitolo·
gía Comparada.