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HORACIO H. URTEAGA

to, su símbolo fundamental es invariable. ( 2 ) . En la por–

tada del Sol, en las estatuas de Cacha y Muhina que descri–

ben los antiguos cronistas, en el grabado de la piedra de Cha–

vín, y en los relieves de innumerables artefactos de los ke–

chuas. En cuanto a las figuras ornamentales, basta contem–

plar las piedras de Tiahuanaco, Huánuco Viejo y Cabana;

y las de Concacha y Chavín, para encontrar la identidad de

los estilos; las cabezas incrustadas y las figuras de sierpes,

peces, y aves. ( 3 ) .

Nótase también la misma característica en la forma de

las puertas; son de figura trapezoidal, las jambas laterales

inclinadas, con el umbral mayor que el dintel; se ha dicho con

razón, " que esto se explica por la necesidad de reducir

la

longitud de los umbrales ".

Domina en todas estas construcciones la línea recta, con

ausencia casi absoluta de la curva, la que si se halla, y esto

en plano horizontal, sólo puede apreciarse como un capricho

del artista o un detalle exótico y sin aplicaciones mayores en

la construcción. Se nota, eso sí, que había tendencia a la for–

mación de la ojiva, pues muchas de las puertas y ventanas

ofrecen ya en sus dos extremos, superior e inferior, o ya sólo

en uno de ellos, que

se cierra el vano

con varias piedras

ensambladas, unas sobre otras, con un saledizo variable, de

manera que la última es de una pequeña dimensión

y

todas

forman un contorno casi ojival, aunque trazado por una línea

quebrada. Esta clase de puertas y nichos se encuentran en

la Isla del Sol, en Tiahuanaco y en Marca Huamachuco, en

Chavín y en Cajamarca.

( Véase

los grabados correspon–

dientes ) . He de llamar la atención de mis lectores, respecto

a la generalidad de este detalle importantísimo en edificios

peruanos, plantificados en tan diversas zonas.

(2) .-E s el mismo dios visto de frente con la expresión de imperio,

adornada la cabeza con rayonados y discos, con los brazos extendidos,

sosteniendo cetros, símbolos del poder o cabezas votivas. A veces unido

a dos divinidades subalternas forma una triada como las descritas por

Molina en el

Irnay Mama Viracocha.

(Véase

Rel.a.ción de /.as fábillas y

ritos de los Incas.

COLECCIÓN URTEAGA,

t. I, pág. 9),

y

en Jos gráficos

que publicó don Samuel Lafone Quevedo.

(Véase

El culto de Tonapa,

1892, La Plata ) .

(3) .-Véase informe del Delegado del Gobierno, doctor

J.

G. Cossío,

sobre la expedición Científica Americana de 1911.