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TERCIA.
Padrenuestro, Avemada
1/.
Jesús mio, ven,
etQ.
HIMNO.
Ni el cantor que en la floresta
Embelesa con su trino,
Ni el murmurio que argentino
Dá apasible el manantial.
, Decir pueda tu nombre
La alegría
y
el encanto.
Cuando suena en dulce canto
En la corte celestial.
Ant.
Oh Jesús, esperanza de los penitentes;
¡cuán tierno eres para con aquellos que te in–
vocan! ¡cuán bueno para los que te buscan! Qné
serás para aquellos que te hallan? Nunguna
lengua humana puede expresarlo; sólo aquel
que lo ha experimentado puede dedrnos lo que
es
amar á Jesús.
} . Ha .,recibido un nombre más bello que
todos los borobres.
~.
Que es la fuente de confianza
y
perdr)n
para el pecador.
ORACIÓN.
Sálvano"s, Señor Jesús, sepáranos de e ntre
• toda(las nacione para que confesemos tu an –
to Nombre
y
nos gloriemos de cantar tus ala–
banzas. Tú eres uuestro Padre
y
Redentor.
soc6rrenos con tu gracia
y
te alabaremos en la
gloria eterna. Amén.