-7±-
Del naufrag-io en los az:;¡res.
Con sólo Él de airados mares
Calma vuélvese el furor.
¡Quién me diera co n fe :n·diente
Siempre unirlo al de
M:.~ría
1<.:
invocarlo en mi ag-onía.
¡Oh, Jesús mi
s~lvador!
Ant.
Divino Niño. que .por mí
veni~te
al
muotio pobre y abandonado ¡oh! ven
á
repo~at·
en mi corazón. mi amor ardiente reanimará
sus miembros helado-;, ning-ún objeto criado
o,:upará desde
hoy
este corazón que te entrego
ente amente.
'o
te
abandonaré basta
la
muertP.
11 .
Señor, por la honra de tu Nombre sé
para
mí
Jesús.
Iir. Y
librame de todas mis iniquidades.
ORACIU r_
¡Oh
dulcí~imo
y divino l<.ey, acuérdate que
~oy
tu siervo, annque indig-no: concédenF' una
perft>CÜI tranquilidad de alma en medio de ll'ls
contradicciones á que estoy . ujeto . miePtra'>
viva, para que goce de la libertad de
l o&
hijos
de Dios aquí en la tierra, y pueda contemplar
eternamente tu divino ro1>tro en
tl
cielo. Amén.
Oración para después del Oficio.
¡Oh! Divino
iño Rey, postrado
en
espírit
n
delante de tu altar de Praga, re adoro y te
).tl
pi ico recibas con benignida c1" estas alabanzas
qne, !':lliendo de mi corazón, han pranunciarl,
ll1ÍS
labios. 'fe ofrtzco nuevamente mi cmaz6n