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sentados á la presencia rlel Señor. Gloria
&.
Ant.
Confortadnos, Señora, en el día de
nuestr¡;¡ muerte·
seam1~s
por Vos presentados á
'
la presencia del Señor.
Ant.
L1amemc,sla .....
SALMO.
134
Alabad el nombre del Señor: bendecid
el
de
su Santa Madre la Virgen '\1aría.
Rogad con frecuencia á María, ella desper·
tará en
vosotro~
los más santos de"e""·
Acerquémonos á ella con el corazón contrito;
y
jamás nos vencerán los estímulos del pecado.
El que con reposo medita en las perfecciones
de esta Virgen Madre, hallará tranquilidad,
dulzura y paz.
Llamemo!>la, que nos socorra en la hora de
nuestra muerte: y uos franqueará la entrada
en la Jerusalén triunfante. Gloria
&.
Ant.
Llamémosala como á Madre, que nos so
corra en la hora de nuestra
mn~rte
y
nos fran.
queará la entrada en la Jerusalén triunfante.
Ant.
En cualquier día ..... .
SALMO.
137
Os alabaré, Señora con todo
mi
corazón por
Vos be merecido la clemencia de
J
esu.~risto.
Dignaos, Señora, escuchar mis voces
y
mis
ruegos;
y
cantaré vuestros elogios en presencia
de los Angeles.
En cualquier día que os invocare, oídme be·
nigna:
y
aumentad más fervor
y
virtudes en
mi alma.
Todas
la~
trjbus
y
lenguas os alaben: con·