DE LA LENG A AMERICANAS EN PARTICULAR
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g·ua quiciha egún lo ate tigua Cieza de León
(Crónica.
del P ení,
2ª parte)
y
Garcila o (op. cit.).
.A.l tiempo de
la,
publicación de u gramática
hablaba e-
gún su autor por ·uarenta mil almas, en siete corregimiento
y
pueblo de la co ta
y
de la ierra
y
también en la
IJootrina. do
la Bcilsas del Jll ara.1íón.
«La razón - dice el mismo -porque en
la sierra e habla e ta leiwua, teniendo lo erra.nos la suya na–
tural, que e la que llaman la general del Inca, es porque <man–
do el Irica bajó á conqui tar estos valle , viendo la ferocidad
de sus naturale , por Ja resistencia que le hicieron, sacó de to–
dos los pueblos cantidades ele fam ilia.
y
las llevó
{L
la ierra,
y
repartió en p neblo diferentes.
»
FonéUoa.
-
Dice el autor: No concibo el saber e ta lengua
en sólo la gramática de ella
y
copia de verbos
y
vocablos
ino en la pronunciación que es tan dificultosa, que faltan
á
nuestro abeceda.rio letra con que pronunciarla
y
<:on que e. -
cribirla,
y
no es posible poder e cribir la pronunciación, lo · son–
sonetos
y
modismos ·con que se habla, todo tan importante, que
en faltando algo de esto
ó
se dice ó se ontiencle diferente de el
intento,
ó
no se dice co a. » Del texto del
Arte,
se deduce que
tenía los veintitré sonidos del alfabeto ca tellano de entonce
y
á más otros que le eran propio en cuanto á lo primero.
En el arte se estab'lecen las reglas para la pronunciación, ·on
una cartilla, en q
Lle
por medio de la letras del alfabeto espailol
invertida ó duplicarlas se procura repre enta.r los . onido lel
idioma alguno de los cuales declara que no pueden expre ar e
Rino ele viva voz.
Las vocale son eis: la cinco castellanas con el mismo valor
fonético generalmente, pero que en algunos ca o se pronuncian
largas ó breves como en el latín, cuando on letras autónoma
que ai ladas ó incorporadas
á
la dicción tienen un valor for–
mativo
y
se marcan por el acento circunflejo
ó
el apóstrofe.
.A.de-