BIBLIOGRAFÍA LINGÜÍ TICA AMERICANA
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uyo, en un libro con su autógrafo ó anotado de u mano; algu–
no autores poco conocidos ó menos apreciado , llamará,n más
la atención cuando e vean seüalados por el índice magi tral
del gran abio; y los contemporáneo vendidos de cuerpo pre-
ente á precios que tal vez nunca oñaron, verán que aquella
humilde
margarita
que presentaron como ofrenda, contando con
que se marchitaría en sus manos, ha vivido
y
ha adquirido la
inmortalidad al ser tocada por el grande hombre, y que no ólo
vive sino que da
fr1itos,
aumentando su celebridad
á
la par de
su provechos.
Ya el e tómago de aquel infatigable obrero del progreso en
lo · dominios ele lo de conocido, no puede alimentarse con el
maíz
que produzca la venta de su biblioteca. Los autores que le ha.n
,·obrevivido, on los que van
lí,
utilizar el aumento de valor que
su · edicione recil.Jan. Si Humboldt hubiese dejado prevenido
n u testamento que todo los libros que le habían regalado
foe en públicamente vendidos, no habría podido dejar mejor he–
rencia á su· favorecedores, que el aumento de valor que con e a
<lLpo ición daba á u obra .
Quién hace e te
milagTo ~
El comercio de libros. Gracia;s
á
él 1
trabajo
ele la inteligencia tiene
vcilor,
y
acrecienta el
con–
-~ttmo
[H'OYO
·anclo la
d.emanda,
y
hace que el
peso bruto
de papel
que ganan con e e tráfico, maldecir á los
j udíos que lo hacen
y
protestar en nombre de una poe ía con–
veucional contra 1 intercambio de los libros por medio de su
ao·
nte natnrale , que son lo que atisfacen Ja nece iclacles
de los que ate oran para hacer valer e to producto. de la inte–
ligencia. oclier, que em una naturaleza elevada y un e píritu
lleno de
el
licadeza, hizo en vida lo mi mo que hacen hoy lo
<llbac a. te tamentario
el
Humboldt.
i le ct.icgu ta qn la Yara mágica
el
Humboldt haga valer