96 / 476
42
CA'l'ÁLOGO RAZONADO DE LA ECCIÓ ' l,!NGÜÍ TICA
el pach·e puede legará su hijo , y el hombre ele
letra~
{i,
su su–
ce ore en el
traba.jo. E to lo a,bía Humboldt, que en u
E xa–
men de lci
Geoyn~fía,
clel Ni1evo Continente,
con ignaba la l1ltimf'I
voluntad ·de Wféndez, fi el compañero de Colón qut- al morir dejó
un te tamento ológrafo, constituyendo un mayorazgo con siete
ú
ocho libro que le
h~tbfan
acompañado en su viajes del de -
cubrimient.o del Nuevo Mundo, y cuyo título in erta..
Lo libros con dedicatoria autógTafa, es tm nuevo producto
que ha entrado en el comercio bibliográfico. Verdad e , que ólo
pueden dar mayor valor á e ta, mercancía los banquero <le las
letra , cuya
finm1
representa capital de ciencia y de gloria, como
Humboldt, pol'que las firma que no tienen crédito sobre qué
girar, son menos que valore nulo , on borrones que hacen de
:
merecer un libro como cosa venal.
na circunstancia digna de llama.r la atención y que se des–
prenden del examen de este catálogo, es que parece que Hum–
boldt tenía. má pa ión por el e tudio que amor poi· lo libros
mi mo., y que ólo veía en ellos medio de no quedar atrás en
Ja, ciencia del mundo, con la cual tenía quemarcha.r, de pué de
haber penetrado los mi terio · ele! pasado, ampliando ns.hori–
zontes. Así e ve, que toda u biblioteca e moderna que no
hay en ella una ola obra antigua; que on rarí imas las eclicio–
nes ele! iglo pa ado, como lo on la del
princi~)iO
de este siglo.
Ca i toda las obra que componen e ta,
pa1~te
del catMogo, tie–
nen cuando má treinta, años ele fecha 6 son contemporáneas á
' U
muerte. Esto e explica, porque la. mayor parte de la obra.
modernas obre ciencias, viaje ,. etc., oh regalada· á Humboldt
por los mi mo autores, de manera que puede decir e, que su
biblioteca e formaba de las ofrendas de todo us admiradores
en el mundo,
y
que á no ser e to, Humboldt no habrfa tenido lo
qut> se llama
fa
biblioteca de tm abio. La. dedicatoria ele lo;;
autore " - alguna. de ellas ridícula , - hac n un gran papel
en el cat:Uogo.