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de la \·ida, creada por los
t i:
a 11 u~ .
Es cierto, sí!
por
dcsgrncin, es
<lcmasiclo cierto:
los Kesl111 rn;;
era n
Í ll–
finitamentc mas adelantados qu e Jo ..,
Amos
que les impu so
el
ciclo
por
1111 0
ele esos c1eerctos incscru tab les que
promulga de curn1do en
eu:11Hlo
d
prcg(rn de
los
t.iemp•>S. Uno s ·
"~[l 't
n–
ta al considerar el hoiTor de
vsc
m:1
r–
tirio,
impuesto
ft
cs<1
1w hk
raza ,
cuando les fnc dado
á
lo s Bá d rn rns
<le
la
Edad
Media el d <.>rccho
de
impo.
ner
por
la
ftw1·za
á
los Pcbs,!.::os <Id
J>erú
el atraso
nws \·crg-c rnzu so, las
preocupaciones ma s
ahsunlas,
como
clognrns de
la
civilización .
El azote i el esterminio oblighban
por centenares
á
hom brcs sabios
que
co11ocían
los secretos
ck
la natura le–
za i
todos los
goces del espíritu,
{i
pa–
sar por .esa pr..:nsa opresora, rcnun–
cianclo
á
toclo
i relroccdienc1o siglos·
de siglos, sin poder protestar
siquic–
n1,
con
el
"Barbarus liic ego sum,
quia non intelligor u/lis"
de Ovidio; en
nombn~
de las
tradiciones
de
gloria
que
los
ligaban
á
la sahidur1a . ele la
mas
remota nntigüedad.
Esa misma
.resignación, esa dulzura de la
r>a–
cie11cia
que supieron mostrar lwjo el
peso
horrendo
ele
la opresión,
sin
de-