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Todos estan acordes en reconocerle su
origen íncáíco; solo
el
General Bartolo–
rné Mitre, presidente de la República
Ar"
gentína, en l 88 l publicó un erudito estu
dio sobre
el
OIIantay despojándolo de
la
antiguedad i de su genealogía íncáica:
el
Sr. Ricardo Palma (l876) adujo los pri–
meros argumentos en el prólogo del 0-
Ilanta en verso oel Señor Constantino
Carrasco, que la efectuó sobre la verS16n
casteIIana, dada por
el
Dr. Sebastián Ba–
rranca el año de 1868.
¿Pero que valen las
obj~ciones
de eE:–
tos dos señores, ignorantes en la lengua
quechua, i de la índole, costumbres
i
tra–
diciones íncáícas, al lado de todos los
quechuólogos como T schudi, Markharn,
Barranca, Nodal, Pacheco Zegarra, Vi–
cente Fidel López, Leonardo Viilar etc.?
Riva Aguero refiriéndose a Melgar, en
su tésis
"Carácter de
la
literatura del
Perú i11depe11diente
(
1905
)se expresa
así:
"No obstante, los indios tuvieron an–
tes de la conquista, si nó una verdadera
literatura, por lo menos condiciones lite-
• rarias qua han podido influir sobre los li–
teratos de la República, ya por herencia,
ya al inspirarse estos en las
co~turnbres
i
cantos populares de los indígenas .Aque–
llas condiciones son: la imajinación soña-
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