REL!1TION
HIS~ORIQVE
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Añádase qqe no se ve cómo pueda cuadrar
el 'calificativo de «deducida» de la «breve
suma de losucedido..•. los años de 613. y q.»
en _el Japón y la
~hina,
á una
Relacion
ex–
fensa de lo ocurrido en el Japón «desdo
anno de seyscentos e doze ate
o
de seys–
c;,entos e quinze inclusiue», según la dicha
~icencia,
6 sea,
~desde
el año de seyscien–
tos y doze hasta el de seyscientos y q uinze»,
según la portada misma de la
Relacion
que
aquí describimos.
·- Pero, para mayor confirmación de lo que
vamos discurriendo, óigase lo que el mismo
P. Pinheyro nos asegura al fin de su adver–
tencia
Al
Leto1·,
donde hace «la salua a la
verdad» de cuanto refiere: « .... certifico
(dice), y doy fé, que todo lo que se escriue
[en esta
Relad ón]
fue sacado de las annuas
que los Padres de nuestra Compañia de la
Prouinci.a del Tapan embiaron a nuestro
Padre Geber_al: y des pues reuisto y apu–
rado por los dos Padres procuradores,
q
la
misma prouíncia embio a su Reuerenda
Paternidad, los quales vieron, y estuuieró
presentes a muchas,
o
casi todas estas cosas,
y de las demas alc,:anzaron verdadera noti–
cia....
».-
La ingenuidad con que el P. Pi–
nheyro nos señala las fuent es de donde sacó
sus noticias, parécenos señal harto clara de
que probablemente no tuvo conocimiento
siquiera de la obra del P. Morejón hasta
después, si es caso, de haber escrito la suya.
De lo contrario, no dejara, se nos figura, de
mencionarla, cuando tanto pudiera éstá
autorizar su relato y servir de fianza
á
la
exactitud y verdad de su historia.
Otru indicio de que, en efecto, no la de–
bió de conocer, pudiera sacarse, quizás, del
prinei pio mismo de su ya citada adverten–
cia
Al
L eto1·.
Empieza así: «Son tan ilustres
las cosas estos años sucedidas en la nueva
Christiandad del Iapon, que no pueden
dexar de ser de gran consuelo a toda la
Iglesia Catolica, y porque no era razon que
la noticia dellas quedasse solo en nuestra
Compañia deIES
VS,
h a parecido hazer este
tratado,
y
comunicarlas a toda la Christia11-
dad de Europa, para que tengan las almas
pias ocasion de alegrarse en el Señor, y
dar las deuidas gracias a la di uina bondad ,
que en partes tan remotas, y en gente
ta
tierna en la Fe tan gloriosa, y
esfors:adam~n
te triunfa....».- La cláusula de que «no era
razon que la noticia dellas quedasse solo
en nuestra Compañia de IESVS» se refiere
indudablemente
á
las «annuas» enviadas
del Japón al P. General, que sólo corrían
manuscritas entre los nuestros, y da al
mismo tiempo
á
entender con toda eviden–
cia que el P. Pinheiro ignoraba que parte,
á
lo menos, de ellas se había publicado ya
en Méjico y traído de allá á España.
A esto pudiera oponérsenos que hay en
la obra del P. Pinheyro mucho muy pa–
recido
á
lo impreso anteriormente por: el
P. Morej ón. Así es la verdad; pero tampoco
era posib le que no lo fuera, ya que el P. Mo–
rejón se había valido para su r elato de «los
años de 6
I
3. y i 4.», de las mismas .«ann uas»
de que , para el suyo de esos años , había de
val erse más adelante el P. Pinheyro.
545
8. -
Relation Historiqve et Geo–
graphiqve de la grande Riviere--des Ama–
zones dans l'Ameriqve. Extraicte de di–
uers Autheurs, et reduitte en meilleure
forme. Auec la Carte d'icelle Riuiere, ·et
de ses Prouinces. Par le Comte Blaise
Frarn;;ois de Pagan. París, Chez Cardin
Bessongne,
1655.
-En 8.
0 ,
de
190
ps.,
s. 5 hs. p. n. -
(Algunos ejemplares lle–
van la fecha de
1656,
y la variante de
«Carte
~e
la mesme Riuiere.. ..
»).
A .
P.
EL
P .
C RISTÓBAL DE A CUÑA .
« .... :
composée en grande partie d'a pres
l'ouvrage d'
A cuÑA»,
dice Leclerc (pág. 264
1
núm .
II
r6 de la
J.ª
ed.:
cfr.
pág. 42 r,
núm. r627 de la
2.ª) ;
y lo mi smo repiten
Backer (m, i 882)
y
Sommervogel (r, 40).
Ó igase tamb ién á Fernández de Nava–
rrete : « En 1655 habi a el conde de Pagan,
maes tre de artillería, presentado al cardenal
Julio Mazarini , sucesor del cardenal Riche–
lieu en el gabinete francés, un proyecto de
conquista y colonizacion del rio de las
Amazonas...: Mas el proyecto de Pagan ....
no era sino un extract9 .6 paráfrasis de la