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PALEOGRAFIA
ESPA~OLA
duccióo, ó sea
l'rlotivo, y Relaáon del Obse–
quio,
donde se advierte que «se fib por elec–
cion de los Seliores Colegiales.... la Compo–
sicion del Poema asµ Presidente de Philo·
sophia, el Padre Manuel de Valdivia....», ni
puede ser otro que este
Drama Alegori'co
el
P oema
que aquí se menciona, asegúralo
terminantemente Caballero en sus apuntes
para el artículo del P. Valdivia y Vázquez.
«Doctus sermones utriusque lingure (dice),
et poeticre arlis peritissimus, scripsit, inter
alia plura,
Poema allegoricum,
cui titulus
Pallas et Mercurius,
ediditque in lucem
tacito suo nomine Granatre
1762,
typ. Ni–
colai Moreno».
4312.-Paleografla Española, Que
contiene todos los modos conocidos, que
ha habido de escribir en España, desde
su principio, y fundacion, hasta el pre–
sente, á fin de facilitar el registro de los
Archivos, y lectura de los manuscritos, y
pertenencias de cada particular; junta–
mente con una historia sucinta del idioma
<;.omun de Castilla, y demás lenguas,
ó
9ialectos, que se conocen como proprios
~n
estos Reynos: Substituida en la Obra
del Espectaculo de la Naturaleza, en vez
de la Paleografia Francesa, Por el .P. Es–
~evan
de Terreros y Pando, Maestro de
Mathematicas en el Colegio Imperial de
la Compañia de Jesus de esta Corte:·
Y
la
dedica a la Reyna Nuestra Señora Doña
Maria Barbara. En Madrid: En la Oficina
de Joachin !barra, calle de las Urosas.
Año de 1758.-En
4.
0
,
de
160
ps., s. 2
hs. p. n.
EL
P.
ANDRÉS
MARCOS
BURRIEL.
«A poco tiempo de haberse dado á luz
[esta obra] con universal, y bien merecido
aplauso, experimentó Terreros que los eru–
ditos de Trevoux daban por A utor de ella
a Andres Burriel, y supo que uno
ú
otro de .
los Literatos Españoles lo daban. por asen–
tado en sus correspouJencias
y
conver5a·
cienes. Aunque de genio moderado no dexó
de resentirse algo el Padre Terreros, y pro–
curando averiguar el orígen de este error,
halló que solo procedia de alguna carta de
su Burriel ya difunto mal entendida, y en·
que daba hoticia privadamente de lo acae–
cido en este caso: por lo <lemas Burriel pro·
testó siempre con la verdad, y sencillez que
le era propia, que nunca le pasó por el pen–
samiento darse por Autor de una obra en
que no tenia mas parte que haber con–
currido con sus noticias, pedidas por un
Amigo, como se usa entre Literatos: y en
efecto ni en la nota de sus trabajos y obras
hechas y proyectadas, que por estos años
comunicó al Padre Zacarías, ni en la carta
que escribió al Padre Rabago, su protector,
dandole cuenta de sus tareas literarias, y de
las disposiciones en que se hallaba para per·
feccionarlas, y en fin ni en las que dirigió
de oficio á sus· Prelados , de que algunas
paran en esta Real Biblioteca [la hoy Na–
cional, de Madrid], nada dice de la Paleo–
grafia , y mucho menos se da por Autor de
ella». Así el redactor de las
Memorias para
la Vida
y
escn'tos del P . Estevan de Terre–
ros
que preceden al t.
IV
del
Dicdonario
Castellano
de dicho Padre (pág. 1x), con
cierta satisfacción y muestra de que estaba
enterado aun de los más menudos porme–
nores de lo que refiere.
Y
que ciertamente lo pudiera estar, es in–
negable, si se atiende á que, por lo menos
cuanto á ia substancia, lo era el P. Manuel
José Calahorra, el cual las enviaba con carta
(que original tenemos
á
la vista) de Forli
y
~nero
1'.º
de
1788 ,
al Comisario Real
D. Luis de Gnecco, en que se expresa de esta
manera:-«Remito la vida, o elojio del P.•
Terreros, que de estudio he dejado sin titu -
lo, para que los
S.esBibliotecarios le den el
que mejor les parezca. Me he ceñido
a
decir
unicamente de su merito literario : i aun en
este particular he omitido muchas noticias
no poco relevantes por amor de la breve–
dad , que si no hubiere conseguido, toca a
los Señores Bibliotecarios quitar,
ó
mudar
como lo tengan por conveniente.... He te–
nido por del caso poner aqui en claro el
asunto erudito de la Paleografia: ademas
de la razon que allí doi, tambien porque