GVIAS DISCRETAS
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niños, los efectos del son muy maraui–
llosos. Porque como esta escuela esta
diui [di] da entre dos Capitanias, o Decu–
rias entre si contrarias, tienen competen–
cias y desafios sobre el mejor leer, escri–
uir, contar, y orthographia, y sobre los
<lemas exercicios virtuosos y necessarios,
en que consiste la buena enseñan<;a de
la juuentud de que esta escuela se precia.
Compuesto por el Maestro Francisco Pe–
rez de Santa Maria, estante en Vallado–
li.d. Con Privilegio Real. Impresso en
Valladolid por la viuda de Francisco
Fernandez de Cordoua, Año de
1622.
Acosta de Pedro imenez Sarabia. Ven–
dense en sus casas que es a la manteria
nueua.-En
4.º,
de
64
hs., s.
5
p. n.
EL P.
F RANCI
co
PÉREZ
DE
ÁJERA
(?).
Las razones que nos mueven á atribuirle
con alguna probabilidad esta obrilla, por
demás curiosa é instructiva, son las siguien–
tes.-La. primera, la semejanza que hay, y
que no nos parece casual, entre el nombre
del «M. Francisco Pérez de Santa María»,
personaje enteramente desconocido en los
anales del magisterio de primeras letras, y
el del «P. Francisco Pérez de Nájera», tan
conocido en ellos, y tan celebrado en nues–
tras historias por la habilidad y constancia
con que, por espacio de más de treinta afios,
hasta el de 1623
1
trabajó en la educación y
enseñanza de los nifios de la escuela fundada
por él en la entonces Casa Profesa, y luego
Colegio de Valladolid.-La segunda es que
las «lnstrvcciones Christianas» que se dan
en esta obra, son las mismas que guardaba
el P. Pérez de Nájera en su enseñanza¡ y la
«nveva Escvela» que en ella se nos describe,
es del todo igual á la que él tenla á su cargo
y dirigía con indecible fruto y general
aplauso de la ciudad.- Fúndase la tercera
en estas palabras que leemos en su
Dedica–
toria:
«Pidieronme [algunos Maestros]
como al mas antiguo y exercitado en esta
arte,
q
yo aunque muy cansado con los
muchos años que passan de nouenta, to–
masse la pluma y hiziesse vna manera de
extracto, o compendio de lo que han es–
cripto en diuersos libros, assi los authores
Gentiles, como los Catholicos, y Santos de
la Iglesia de Dios en bien de la buena en–
señanr,;a, y educacion, y Institucion de la
juuentud....».
El P . Pérez de Nájera, bajo cuya direc–
ción se habían formado los maestros de es–
cuela más excelentes que á principios del
siglo .xvu hubo en nuestra Provincia de
Castilla, pasaba, no sólo de los noventa
años, el de
I
622
1
sino hasta de los ciento,
si damos crédito á Sotuelo (pág. 243)
1
de
quien tomaron la noticia Nicolás Antonio
(r,
459), Backer (u, 1872) y aun el mismo
P. Cordara
(Eiist. Soc. j esu.,
P. v1, t. 1
1
págs. 441-42). Sin embargo, Sommervogel,
apoyado en los catálogos antiguos que se
conservan en nuestros archivos, afirma que
el P. Pérez de ájera nació realmente el
año de 1530¡
y
á lo que nos dice otuelo de
que«il mourut a l'agede 104 ans = [Cen–
tum
&
4. annos natus, migravit ex hac
vita]», pone la siguiente nota: «Faudrait-il
alors Jire 1520
1
dans nos Archives, au lieu
de
l
530?» (v1
1
523).-Si la fecha verdadera
de su nacimiento fuera la del año de 1530,
como sospechamos que debe de serlo, la cir–
cunstancia de los
~muchos
años que passan
de nouenta», sería una nueva confirmación
de que el M. Pérez de Santa María es cabal–
mente nuestro P. Pérez de Nájera.