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dirige el rezo va anunciando
1
riota ywpaichailman resash-
principio de toda gracia. Más aún: e
ta
gracia de la mater–
nidad efectiva no exclu);e, egún la opinión casi común de
los teólogos, un progreso en la gracia ó un aumento de ella
por los méritos de María.
Conforme, pues, á este crecimiento ele la vida de gracia
y
virtud en la bendita Madre de Dios, las palabras "gratia
plena", "Dominus tecum", "benedicta tu in mulieribus" recj–
ben en el orden de los misterios del Rosario un significado
siempre más profundo é ingenioso. Este progreso en la
plenitud de la gracia resalta iwnediatamente en los misterios
gozosos: Maria se hace Madre de Dios (primer mist. goz.),
y
para serlo dignamente es "llena de gracia" desde el p1;mer
instante de su ser natural; por ser Madre de Dio , "el Se–
ñor" e tá físicamente con María,
y
por lo mismo ella es
'bendita entre todas las mujeres". Luego la Madre de Dios
se hace dispensadora de la "gracia" en la casa de su prima, .
y después efunde (Prref.B.
M.
V.) al Sol de la "gracia" para
todo el mundo; remmciando gozosamente, y sin embargo con
tma e pada en el corazón, sus derechos maternales, María
"llena de gracia" entrega
á
su Hijo como víctima pur lo
pecados del mundo , y en cierto modo como recompensa de
su sacrificio anticipado tiene el feliz gozo de quedarse aún
reunida por de pronto con su J es1\s. ".El Señor es contigo".–
En los misterios dolorosos vemos cómo María acompaña á
su divino Hijo en la P asión. Aunque sumergida en un ma1·
de dolores no es superada por él, y ofrece las penas de su
Hijo juntamente con las suyas al Dios justo por los pecados
de los hombres. · P or e to saludamos
á
la fuerte por la
gracia del Espíritu Santo, á la que "el Seño1,, mismo sostiene
y
fortalece,
á
la "Bendita entre las mujeres", que aplasta In
cabeza de In serpiente por el "fruto bendito de su vientre,