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ESTUDIOS INDIGENAS.
He ahi las muestras de la
ORACION DOMINI·
CAL
en las principales lenguas indigenas de Venezue –
la.
iv
Podran aquellas considerarse como una expresion
completa de la indole de cada idioma
~
No ; la oracion
dominical en la mayoria de los idiomas americanos no
puede reputarse sino como un esfuerzo de :fi.lologia ar–
tistica. La idea primordial, en casi todos ellos, esta
desleida, la frase torturada, defectuosa la version, por–
que no sintetizan la indole de cada idioma. Solamente–
por una necesidad del mome:µto, la de plantar el eris-·
tianismo .en poblaciones salvajes, es que pueden acep–
tarse estas diversas versiones del
Padlre Nuestro
en
lenguas americanas.
En las naciones que tienen literatura propia, la
cuestion es diferente, porque pueden salvarse los in–
convenientes al pasar la frase de uno
a
otro idioma _
Pero en los pueblos que no la tienen, la oracion do–
minical debi6 parecer en los primeros momentos, aun.
para las tribus mas ignorantes, como una monstruosi –
dad del lenguaje.
En los idiomas Quechua, Guarani
6
Tupi' que se
hablan y ensei'ian hoi, y sobre los cuales se ban escrito
algnnas gramaticas; en el Quiche, Maya y alguno que
otr9 de
l~s
regiones del Anchuac q ue se estudian igual–
mente,
y
sobre los cuales se ha publicado mucho, la
version puede
hac~rse
mas
6
menos de acnerdo con el
espiritu y flexio;p.
1 .,
de cada leng·ua; pero en los idiomas
Caribe,
Cum~nagoto,
Achagua
etc~,
la version es for–
zada: carecen estas ultimas de la fle:x:ibilidad ca–
racteristica de cada idioma, del genio e indole de
la
lengua madre.
Apesar de esto, cada una de las precedentes tra–
ducciones recuerda una epoca; aquella en que penetr6·
el cristianismo en medio de poblaciones ignorantes y
embrb.tecidas, en que se levantaron los primeros pue–
blos del continente, y se fund6 la civilizacion castella-