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DE LAS SALINAS.

51

eRtre el Adelantado

D.

Diego de Almagro é Diego de Al varado,

Rodrigo Orgoñez, General, é Gomez de Al varado, é Juan de

Sayavedra, é Vasco de Guevara,

y

Grabiel de Rojas, é Sotelo,

~.

é

,Lorenzo ..d.!.Aldafla,

D:

Alonso de Montemayor

y

.el benefi-

. ciado

é

ros algunos;

y

estando juntos, el Adelantado les dijo

que ya sabian é tenían conocido, su voluntad para con ellos

ser tan buena.como si de todos ellos fuera_ el padre verdadero,

é

que, por poder mostrar el deseo

q.ue

tenía, querría que las

cosas se asentasen

é

no se causasen más alteraciones y él

pudiese libremente gobernar la provincia, que por S.M. le era

asignada, sin contradiccion ninguna;

é

que ya habían enten–

dido, como los indios afirmaban, que venian cuatro capitanes

de Lima con cantidad de españoles, de los cuales decian que

era el principal Alonso de Al varado, el dé las Chachapoyas,

é

que mir·as'en lo que les parecía debrian sobre ello de pro–

veer, porque, si venian acercándose al Cuzco, no recreciese

alguna turbacion en ·Ja ciudad, por donde despues se viesen en

algun peligro que dende luégo sería mejor prevenir. En aquel

negocio, los capitanes é caballeros que estaban en la consulta,

como oyeron al Adelantado, trataron sobre el negocio lo que

habían de hacer para que fuese mejor acertado, é á todos los

más pareció que el Adelantado debía de enviar sus provisiones

con personas de gran confianza,

par~

requerir con ellas

á

Alo~

de Alvar.ado, que las

ob~ede~iesee

le

J].~~Bor

Go ernador pues aquellas provincias donde estaba caian en

los términos de su gobernacion, donde no, qúe, so graves pe–

nas que le pusiesen, se saliese 1uégo dellas

é

se retirase

á

la

gobernaqio de D. Francisco Pizarro. Herna;do Pizarro, en

las casas del Sol donde preso estaba, pudo entender como se

trataba de enviar

á

requerir al capitan Alonso de Alvarado

que viniese

á

la ciudad del Cuzco ,

é

que le enviaban á hacer

grandes partidos, é temiendo de Alvarado, con la malicia di–

simulada de los de Chile, no fuese engañado para que de–

jase de hacer lo que debia

á

su autoridad

y

era obligado,

deseaba en gran manera avisarle de lo que pasaba acerca de

su prision,

y

de lo mal que lo habia hecho en entrar en la

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