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GUJlRllA

de allí estaban los españoles que

v~nian,

·envió con mucha

· presteza dos dellos

á

la ciudad con algunos de á caballo,

é

·1uégo como llegaron mandó el Adelantaqo llamar

á

Diego de

Al varado, que ern muy aceto á él (en tanta manera que no

ba bi~

nenguno en los de Chile que se le igualase

,-é

nunca

jamás ·quiso recibir cargo, porque en su mano fuera si quisiera

c.

.......i-..,.

·

ser general), é le dijo que qué le párecia que se debía hacer

sobre aquellas nuevas que daban los indios de · los capitanes

que venian de Lima; Diego de Al varado le dijo que se infor–

mase bien de los indios, qué capitanes eran y cuantos espa–

ñoles venían . El Adelantado lo hizo así,

é

tornó de nuevo

á

informarse de los indios, é le dijeron como enia yor capitap

Al varado é Lerma , é. otro.s tres ,

é

traian más de

~in ientos

'Cristia nos-;

r~abidó

estas

cosa;,

consultaron lo que h;ia;:T

ác~~daron

de escrebir al capitan Pedro de Lerma para traerlo

á su voluntad ,

é

que él en su real procurase de hacer amigos

porque se vin iesen para ellos. Rodrigo O¡·goñez escribió á

s

e.-.1

....

't."':.....

Ped ro de Lerma con unos indios, mandándoles que, all egados

i.w:.:

4-

~e.

fuesen adonde -estaban los crislianos que venian de Lima,

las diesen

á

Pedro de Lerma. Los indios salieron luégo ,

y

ansí anduvieron tanto que en dia

é

medio allegaron adonde.

alcanzaron á Alvarado, que era en;..Qc¡haca!a;

é

al lí se tuvo

por cierto que PedrQ_ de Lerma vido las

carla~

é recibió mucho

placer en saber lo que en el C_uzco había suscedido, por venir

mal com_o venia.con el Gobernador

Fra~ncisco

Pizarro. Tam-

'bien afirman algunos que las enseñó

á

Alvarado, como es

yerdad; y aquella noche, al éapitan Diego Gutierrez de los

Rios,

é

á

otros prencipales del mal, dió aviso de lo· quepa–

saba, diciéndoles que Almagrn era Gobernador é que ya es–

taba recibido por tal en el Cuzco, que sería cordura tener su

voz: Y estas cosas dichas por .J;>edro de Lerma, eran oidas en–

teramente,

y

áun de tal manera, que se holgaban de lo oir

muchos de los que estaban con Alvarado,

y

aqueHa noche

hubo grandes juntas entre ellos.

En la ciudad del Cuzco trataban lo que habian a'e hacer,

é

acordaron tener consulta,

pa.ra

determinar lo que se baria,