4·
382
OURilRA
de Campos, con su caballo siguió
á
uno de los indios
é
le
prendió, é, al tiempo que se apeó del caballo, el indio con
grande ánimo se abrazó con él é pugnaba por no quedar en
poder de los cristianos.
É
ciertamente, si este indio no se to–
mara, fuera imposible escaparse nénguno con la vida. Juan
Alonso Palomino, muy alegre por haber tomado guía, fué
luégo en seguimiento del capitan Peranzures, é llegado á él
supieron del indio io que había é qué camino podrían tomar;
é
entrando en consulta los capitanes é principales d·e ·lo que
harían, acordaron de que se
hiciesen~
é volviesen á pa–
sar el rio por allí: é fueron luégo hechas catorce,
y
se aper–
cibieron cincuenta españoles, los más ligeros é sueltos que
había entre todos, é, dia de
lg
gloriosa Pascua de los Reyes
de treinta é nueve, se echaron al rio, yendo con ellos Juan
Alonso Palomino y el Maestre de campo Juan Quijada. El rio
era muy ancho, é la corriente iba tan furiosa, que
los~
Íioles se vieron en trabajo en allegar á la otra parte del rio.
Los bárbaros, que no dormían, teniendo aviso de que los
cristianos pasaban el rio, á la orilla de él se pusieron con sus
armas é lanzábanles muchas flecbas; Palomino é Juan Qui –
jada animaban
á
los españoles para que no desmayasen aun–
que más flechas los indios les tirasen,
y
con las rodelas se
mamparaban é defendían de ellas, mas los indios no dejaban
de les tirar muchas flechas é arrojábanles muchos dardos. Pa–
lomino y el Maestre de campo Juan Quijada mandaron ende–
rezar para ellos las balsas; como los indios vieron que ya ve–
nían cerca de ellos, alzando muy grandísima grita
y
alarido,
poniendo en los arcos sus flechas, las lanzaban con gran de–
nuedo á los cristianos, é tantas les tiraron que hirieron á
ocho de
ello~
é
mataron á tres.
Como los españoles vieron que así eran sus compañeros
heridos, era tanta la ira que tenian contra los enemigos, que
no veían ya la hora que estar envueltos en tierra con ellos; é
poniendo fu erza en las palancas con que gobernaban las bal–
sas, se diefon tal maña que tomarnn tierra,
é
con la reciura
del rio una de las balsas se fué agua abajo; los b:irbJros,