DE LAS SALINAS.
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darse, para que por su parte él hiciese su negocio, como le
decia. Hernando Pizarro, teniendo en más la reputacion de su
persona y el afrenta que se le babia hecho en quererle tomar
desnudo en la cama, se defendia él y sus compañeros de todo
el poder de sus enemigos con las lanzas
y
espadas, é adargas
é ball estas, poniéndose á las dos puertas; tan animosamente
pelearon, que fué muerto uno de los de Chile. Orgoñez,
viendo que no tenía remedio para ganarles la casa por las
puertas, quiso probar por las paredes, para ver que si su–
biendo por ellas arriba , los de su parte pudiesen abajar
á
los
prender; Hernando Pizarro, como hombre que ya de su vida
hacia poco caudal, andaba de una parte
á
otra diciendo que
entrasen, que ya que él babia de morir, él procuraría que
enteramente no triunfasen de la fingida traicion . Al Adelan–
tado, que estaba en la iglesia,
ya
le habían acudido algunos
de los capitanes é vecinos de la ciudad, diciéndole palabras
aduladoras é de hombres inconstantes, pues les pareciera
mejor estar ayudando
á
su capitan que no irse
á
someter al
que violentamente les quería ocupar la ciudad; y aunque Al–
magro tenía gran cuidado en mandar que no se hiciese nin–
gun insulto ni robo, no aprovechó, porque algunos soldados
se aprovechaban de lo que podían haber. Los capitanes Vasco
de Guevara
é
Juan de Sayavedra estaban guardando la ciu–
dad como Orgoñez se lo había mandado, é tambien amones–
taban
á
los españoles que no robasen ni hície en nengun daño.
El Adelantado, cuando supo que Hernando Pizarro no había
mandado quebrar las puente , en alguna manera le pesó por
haber con mano armada entrado en la ciudad.
Orgoñez
é
Sotelo se daban toda priesa por prenderá Her–
nando Pizarro é á los que estaban con él enea tillados, pero
no podían entrarles por las puertas ni tampoco por lo alto,
porque se defendían muy bien; Orgoñez, por no poder ma–
tarles ni prenderles, ni ellos querer venir
á
meter.e en supo–
der, mandó que trujesen fuego, é lo trujo el capitan Va co de
Guevara, segun la opiníon de todos, lo pusieron luégo para
que la casa, pues era cubierta con paja, se quemase, é
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