304 D. MEL HOR DE NAVARRA Y ROCAEUL.
Ni una, ni otra medida llegaban al manan-,
tial de los quintos, que eran la principal renta
derivada de
la minería. A este respecto todas
las esperanzas
reposaban sobre Huancavelica
y
Potosi
á
que Palata como sus mas distingui–
dos antecesores consagró su atencion preferente.
El interés del gobierno en la explotacion del
azogue era tanto mayor, cuanto que se consi–
deraba propietario exclusivo del precioso ingre–
diente para beneficiar la plata. Deducidos los
quintos
y
otros derechos pagaba
á
los asentistas
de Huancavelica el quintal
á
razon de 58 pesos
para venderlo en Potosi
á
73, despues de haber
costeado .su tram. -por e. La ganancia, en el precio
de lo
azo
es que parecía con iderable, era
ilusoria, uan_ao no se coJ¡vertia en pérdida por
la mala aga de los
ineros
á
quienes era nece–
sario fiarlos. Sin embargo el fisco ganaba en
este negocio
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al ménos creía ganar; por
q~e,
vendiendo él solo los azogues, podía conocer la
plata beneficiada
y
cobrar de ella con mas segu–
ridad los derechos establecidos . En verdad sin
este monopolio no habría tenido límites la defrau–
dacion de los quintos . Fué sin embargo enorme;
pues, siendo así, que el beneficio anual o cilaba
entre seis mil
y
di ez mil quintales al año, lo que
debia elevar los quintos sino á dos millones, al