CONDE DE ALBA DE ALISTE.
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ig,ual licencia, le hizo conocer el Conde, que no
á
todos convenia y mucho inénos á los que se daban
;vida regalona, reprender en público á la primera
au toridad . El :fi cal
p~blicó
un bien meditado
escri to ~
á :fin de ünp dir ulteriores dema ia .
Obj eto de ma· alta trascendencia era la
reforma, que e meditaba en favor de los indios.
Padilla, digno alcalde del crímen, quien gozaba
de muy buena reputacion por su integridad y por
sus 1uces, habia dirigido á Felipe IV una carta en
la que exponia francamente l as intolerables veja–
ciones de los oprimidos. El Monarca, que desde
los pr ime os año de su rei
o habia recomen–
dado encarec ·d
el b e tra mien o, ordenó
la formacion e une ju
compuesta üel ·virey,
A.rzobispo, oj;.1l0re
er .. o as eminentes,
para r emedia
asinj
ticias. Desde luego se toma–
ron algunas medidas paliativas, y entre ellas
la publicacion de la citada carta, con comenta–
rios , que revelaban la extension del mal. La dis–
cusion
d~
remedios mas eficaces quedó reser–
vada al benévolo sucesor del Conde de Alva de
Aliste.