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CO _DE DE ALBA DE ALISTE
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'.J?.Udo en su violento abordaj e ; y u ün placable
crueldad con .lo vencidos les allanaba ulteriores
triunfos por la t errible fa cinacion, que pro–
ducian sus asalto
Y.
su nombre . La e pantos
decadencia , en que se hallaba la Espap.a ; el
desamparo en que tenia ' sus nvidiables colo-
nias ;
y
el celo de
1
pot encias
m~ríti1nas
per1nit ieron io'lo, l or cerca de medio la cont i–
nuacion de atentados , que el inundo civilizado
no podia ver sin univer al ese' ndalo.
Antes
~e
sufrir sus mayores quebrantos de las
hostilidades ma itimas, habia t enido grandes
pérdida el con1ercio colonial :>or los siniestro ,
que en el
J?
c
lán, ·c0 pa e ieron las
armadas. La ael ur q e c
n
uc·a plata
á
Pa–
nama ,
nal{~a
o,
ce ca de la c0
el
Ecu~dor,
en los bajos
cLe
Ch nduy. La :flota , salida de Es–
paña, con cargamento para las colonias, fué des–
truida en gran parte por las tempest ades.
Lima era harto rica y se hallaba poco ame–
nazada todaví.. de hostilidades inmediatas, para
sentir vivamen te los quebrantos y las alarmas .
Lo que le afectaba con m s fuerz , ra el t emor á
desoladores terremotos. El
1
de novierobre
de
1655
á las 2
l/2
de la tarde , con1novida la
t ierra violentamente, principiaron á doblegarse