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defender por todas parte la tierra no pudieron resis–
tirles que no gana en la ribera, y les hiciesen volver hu–
yendo. Las balsas de madera volvieron .a gran furia a
pasar caballos, que como allí era la boca del desaguade–
ro, e treehábase mucho la lagu;a, y entre tanto andaban
lo
·
e pañoles peleando a pie, y como estaban armados,
no les podían alancear, y andábase de una parte a otra
recibiendo poco daíío. Y anclando desta manera, llegaron
fos caballo y lo indio amigos, con lo cuale fueron
desbara~ados;
y iguió e el alcance tres legua , porque es
la tierra muy llana, en que hubo gran mortandad de los
-contrario ,
y
de los indios que se prendieron se hizo cas–
tigo, por haber sacrificado el cristiano. Luego vinieron
de paz todo los pueblos desta comarca, y también los
que quedaban atrá e tuvieron de paz; Hernando Piza–
rro los re cib16 muy bien, haciéndole muy bueno tra–
tamiento a todo lo que venían de manera que los
unos llamaban a los otros.
La gente de guerra que quedó de indios de este des–
barató ::;e
fu(
u
juntar a la provincia de los Charca , con.
los naturales della, que e gente muy belicosa, y se pu–
sieron en un raso fuerte a la boca de la entrada de la
dicha provincia. Hernando Pizarro fué pacificando toda
1a provincia de Collasuyo y la provincia ele lo
aran–
gas
y
de los ma sin hallar resi tencia,
y
a lo que ve–
nían de paz, hacía muy buen tratamiento
y
dábales de
sus joya ; d que lo indios e taban muy contento , co–
nociendo la diferencia que se le. hacía en el tratamiento
de la paz al de la guerra, y a.
í
era ·dello muy temido
y
amado. 'fodos lo eñores de esta. provincia dijeron a
Hernando Pizarro como a la entrada de la provincia de
1os Charca e tab; mucha gente de guerra junta, que le
rogaban acaba e de de hacerlo , porque si
volvían,