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ag~as
de la mar vn piloto en su nauio y algunos
marineros con el, y a lo que se tiene entendido,
y
aun creydo, venian de la Yodia· de Portugal,
y
-en la mar les dio vn gran
tempor~I
y
vna tor–
menta que les turó por muchos días, de que es·
tuuieron a canto de perescer y anegarse todos en
aquella mar
y
ser manjar de
pe~ados.
Mas co–
rriendo el nauio al beneplacito de los vientos por
.aquel ynrrienso y estendido mar, llegaron dende
algunos dias a vna tierra
y
region muy estraña
y nunca vista ni sabida, que en el mapa mundi
que tenia no estaua puesta, de lo qual se mai:aui–
llaron todos en gran manera, en no saber a que
parte auian aportado. Tomando el piloto el altu·
ra y grados para ver en que paraje estaua, lo
pusso por_memoria, y mirando bien· la tierra,
sin
salir del nauio,
les parescio ser buena,
pues auian visto gente en ella,
aunque -d =s·
nuda, no creyendo ser ysla, sino tierra firme; se
bo,luieron hazia España para: dar noticia desta
tierra al Rey de Castilla, o a otro gran señor que
fuesse, para que !a d_escubriesse muy bien; co–
rriendo, pues, su derrota, poco a poco, llegaron
a la ysla de la Madel.'a, e-n donde fueron rescibi·–
dos y apossentados en casa de Xpoual Cólon,
que era alli vezino, en donde adolescieron todos
de los grandes y exccssiuos trabaxos .que auian
passado en el viaje, de do suscedio que todos los
marineros dende a pocos dias murieron. El pilo–
to, que dizen era español, estando enfermo y cer-