102
tenido vn dia de paz ni sossiego, sino
siempr~
he·
mos viuido en mucha pobreza y con rezelos y
temores de los mexicanos. Y pues agora nos ve–
mos ya libres de tantas crueldad y tirania como
con nosotros se usaua, de. aqui adelante biuiremos
en paz y en quietud y seremos ya señores de
nuestras haziendas, y demos las gracias a los xpia–
nos por tanto bien como nos han hecho, pl.les
ellos nos han traydo la libertad a nuestras casas.
Y de aquí adelante siruamos a los xpianos con
grande amor y buena voluntad y fidelidad, y
pues Montezuma es ya muerto, nos holguemos
mucho de ello, y assi les dixo otras muchas co–
sas de que todos quedaron contentos y satisfe–
chos con-la platica, y assi determinaron de seruir
a los xpianos con sus personas y bienes hasta la
muerte. Estando pues Hernando Cortes descan–
sando en esta cibdad, como los soldados llegaron
heridos y descalabrados comeni; aron a d ezir mu–
cha mal del, diziendose lo [s
J
vnos y los otros, en
publico y en secreto, que era bien dexarlo solo
para que los yndios lo matassen, y boluer todos a
Cuba, y que auian sido. tr.aydos
.ª
la carniceria
para que los barbaras se los comiessen, pues fal–
tauan ya mas de quatrocientos hombres. ·Con es–
tas cosas y otras muchas que se comern; aron a
dezir se lo requirieron de palabra y por escripto,
pidiendole en nomb1·e de Dios y del Pappa y del
Rey, los sacasse de Ja tierra y de entre los barba–
rns que no tenían fee ni conoscimiento de Dios,