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do pa rte dellos, ca tenia muy la r ga Ja conciencia.
Dados los recaudos le dieron tambien hasta diez
a r cabu zeros de confi anc;a, qu e bien le pudieran da 1·
mas de ciento y cinqüenta soldados, y no se los die–
ron a ca usa de es tar a lli en frontera del Visorrey
1
porque no se sabia ni entendía quando a uia de sa–
lir de la gouernacion de S ebas tian de Benalcac;ar.
Porque el tirano tenia cierta nueua que hazia mu –
cha gente en los pueblos de Popaya n, Enzerma,
Cali , A nti ochia, Canago y de P asto y de otr·as
partes, para v enir contra el, y es ta fu e la causfl
porque no
le
di e ron muchos oldados. Mandole que
yendo con es tos pocos so lda los
y
que passando
por toda
las cibdades, v illas y lugares , tomasse
toda la gente que uvie se menester, porque s us
theni en tes e la da r ian luego, a los quales a ui a es–
c ripto lo hizi essen assi. Y qu e tomasse en la cibdad
de Lima el dine ro que uviesse meneste r, de la caxa
de S u lVIagestad y de lo que el allí tenia, para da r
de s ocorro a Ja ge nte que.uviesse de lleua r, y qu e
assi lo teni a esc ripto a los offi.cia les de Sü Mages–
tad
y
a s us mayo r do mos. Allende desto , que s i no
se qui s iesse detener en el camino en hazer la ge n–
te, que Alon so de Toro le daria la que u viesse me–
nes'ter, porq ue le a ui a embi ado a ma nda r que la
tuui esse hecha para e l. Francisco de Ca r a ua jal le
beso las ma nos por la g r an mer ced que le hazia,
agraclesciendole mucho con pa labras muy enca–
r esc idas en encomendalle aquell a ta o honrrosa .
empr esa, y assi se aderezo par a partir . Al tiempo
de s u pa rtida dixo a Gonc;alo Pic;arro, delante de
s u sec r eta rio Juan de Bustillo y de Luys de Almao