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co, como a lo de abaxo, sino era deshazc r el cam–

po del Visorrey y de Di ego Centeno , para que del

todo quedara hecho señor absoluto de los r eyno.

prouincias del Peru para lo g ou erna r

toda s u

voluntad. Tratosse, pues, entre

SU$

capitanes

consejeros la manera y forma que se auia de tener

en los recaudos y prouissiones que se a uian de dar

a Francisco de Carauajal para que Jleuas e en lo

que ·por alla auia de hazer. Y desp ues de muchos

acuerdos que uvo entre ellos, atenta la ymportan–

cia del negocio

fque] Gorn;alo

Pi<;:~trro

no podia

yr en persona contra Diego Centeno por (1) no te–

ner concluydas su·s cosas con el Visorrey aca en

lo de abaxo, y

qu~

lo de la villa de Ja Plata r eque–

ria breuedad, proueyo al Maestro' de campo por

Capjtan general. Y con aqueste acuerdo le dio

Gon<;:alo Pi<;:arro grandes pod eres, comi ssi ones y

facultades, con otros recaudos qu e e ran muy ne–

cesarios para la presente jornada que a uia de ha–

zer en su nombre. El princ ipal yntento para que

embiaua a Francisco de Carauajal, despues de Ja

empresa que lleuaua contra Diego Centeno, fue

para qu e recogi esse todos quantos dineros pudie–

sse halla r a diestro y siniestro, para la sustenta-

cion de la guerra y para tener mucha gente para

cada y quando que la uvíesse menester la hallasse.

Con es to

Carauajal acepto el cargo,

porque le parescio que con el se podria aprouechar

muy bien de los dineros que assi tomasse y roba –

sse en donde le estuuiesse bien, sisando y hurtan-