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bien que sacasse los que el y sus sobrinos
t~nian,
que ass i lo embi aua a mandar a los mayordomos
que tenian pa r a que los diessen, y que con ellos
pagas.sey socorriesse a los soldados que s auian
de hazer.
Y
ciernas destoque se compr assen todas
las a rmas qu e se ha llassen, assi offensiuas como
deffensiuas, y r ecbg iesse las otras cosas necesaria s
a la guerra,
y
que las tuuiesse juntas
y
apar ejadas
y no distribuyesse dellas hasta que el se lo em·
biasse a mandar.
Y
que en el entreta nto guardasse
y amparasse la cibdad c01,1 toda la gente qu e auia,
sin salir de ll a tan solo Yn passo, porque no se al·
c;ase alg·uno con ella, como lo a ui a n qu erido hazer
mi entras e l au ia ydo a las Charcas contra Diego
Cent eno, como ya el sabia todo por ent ero lo que
passaua.
Y
tambien que de su estada o sali da de–
penclia[n] las vidas y saludes de todos ell os, hasta
en tanto qu e llegasse por a lla Franci sco de Ca ra–
uaja l, a qui en auia dado la conduta
·y
e l carg o de
lleuar ade la nt e esta empres a contra Di ego Centeno
) Lope de Mendo c;a.
Y
que en ll eg·ando a la cibdad
le cli esse toda la gente que tuuiesse hec ha, porque
teni a tal concepto de su persona , cl exado a pa rte
su honor, que prenderia o ma taría a Diego Ce11te·
no
y
a L ope de Mendo c;a , por ser, corno era, vn
hombre muy expe rto
y
ex er c itado en el arle mili·
tarde la guerra.
Y
qu e desto no tomasse ninguna
pesadumbre porque se da ua a otro
la
empresa,
que para con e l ya teni a cumplido y qu e ha rta
honrra
y
prez aui a ga nado en hazer r etirar a lo
enemigos y en las otra cosa que a ui a hecho bien
hechas. Y que tuui esse ag·or a por bien qu e fu esse