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y razon )'. con mejo r titulo podemos haze r gente
para r esis tille y cas ti ga lle y a todos aquellos que
andan con e l, por jus ti c ia, y n o p erdonar a ningu–
no dellos, pues mer escen ,el castigo por las cru el–
dades
y
trayc iones que ha n come tido. T a mbie n
que rría que tuni essedes en la 1i1emoria e n quanta
obligacion soys a la amistad que teneis y os lienc
e l
Gou~rn ador
mi seño r, pues se opusso por los
qu e estais aquí presentes y po r los qu e es tan au-.
sen tes a la
~emanda
qu e todos les pedistes sobre la
r eqocac ion de las hord enanc;:as qu e el Vi sorrey
traxo, auenturando s u persona y vida y todo lo que
teni a. Y con todo es to no r ezelandbse de los traba–
xos y peligros qu e se sue len recresce r e n tal es
tiempos, los pos tpuso poi· hazer lo que ta nto de–
sseauades, y assi por compla zer a todos como por
seruiros en e llo tomo e l trabaxo de yr a nte
u
1\fa–
ge tad y gasta r toda su hazienda por agradaros.
D e zidme, señores, s i es tas hordenan<;:as se execu–
taran por ente ro , ¿qual de vosotros tuu iera ago r a
de com er en la ti erra, ni se alabara e l dí a de hoy
en dezir que teni a hazienda o r e partimie nto de y n–
dios?; por cierto ·que no u viera ninguno que lo pu–
diera dezi1· libreme nte, s ino que llora r a y pl a niera
su desuentura
y
calamidad . Todos los r ezelos, te–
mores
y
sospechas que auia e n la tierra se han
quitado ¡loo r es a Dios!. por la buena yndustria
y
maña del Goue rnador mi señor, por lo qu a l estais
obligados de le ser ui r bas ta la muerte con vues–
tras personas y ha zi endas, y pone r las vidas por
el
y por s us cosas . Que si a lgo teneis <" n la tierra el
ha sido parte,
med iant~
Dios, que lo goceis, y para