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a llamar desde su casa a todos los mas p1·incipales
vezinos que auia en la cibdad y a todos los capo–
rales y soldados que es tauan hechos . Y venidos
que fueron ante su puerta les hizo una plat_-ca para
_ justifica r la causa de Gorn;alo Pic;:arro y abona r la
guerra que pre tendi a hacer a Diego Centeno y
anima r a muchos que tení a n mal a voluntad de y r
con e l, por ser hombre furioso y endiablado, a los
qua les dixo lo sigui ente .
Bien teng o entendido, cauall eros y señores
mios , que algunos de vosotros os hol ga is de que
yo vaya con esta empr esa contra Diego Centeno
que es ta r e belado contra Su Mag:es tad y contra e l
Goue rna<:lor mi señor, qu e ql pre§e.nte como todos
sabemos ha hecho tantos alborotos
y
daños en la
tierra, s in te ner licencia ni facultad de su superior.
Por donde consta
y
esta cla ro que lo que ha hecho
no auer sido sino por ambicion y su propia ynten–
cion y pre tenssion, y no para e l bie n de la tie rra
ni por seruir a Su Mages tad, como e l publica y
dize qu e lo ha ze . Y pu es que es !10torio a todos
que siendo Gqnc;alo Pic;a rro mi señor Gouerna–
dor por Su Mages tad, y
teniendo como
ti ene
a todos e n paz y e n quietud, no es justo que
nadie le desirua ·ni diga mal de sus cosas, pues
hasta agora el lo ha hecho muy bien con todos los
v ezinos, estantes habita ntes, y no ternan razon de
agrauia r se ninguno de su buen g ouierno , pues has–
ta agora no tiene agrauiado a ninguno .
Y
porque
sepais todo lo que ay, s i no lo sabeis, digo que el a l –
c;amiento
y
alboroto que Diego Centeno a hecho es
en si ma lo y peruer so, y por es to con justa causa