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jornada, y esto se hizo a fin de no perder ya mas
tiempo con dilaciones. Ya que la gente salia supo–
co a poco y se yua al dicho pueblo, se huyo vn sol–
d ~1d o
llamado Francisco Ortiz,
y
el Maestro de
C mpo, Alonso de Toro, poniendo buena diligencia
en lo hazer buscar' al qual h a llaron a otro dia, por
muchos
J
ndios que para ello hecharon, y lo pren–
dieron. Luego como lo truxeron le dieron brauissi–
mos
tormento~
porque dixesse quien le auia dado
, fabor y ayuda, o aconsejado para que se huyesse_,
y a donde queria
y1~
con a lgun mandado; y el no
condenó a nadie, mas dixo que se ania huydo por
amor de vna yndia hermosa que tenia en la db–
dad, que no se queria yr a Lima con el- por ser
largo el camino,
y
assi se auia escondido; ma's en
fin el fue ahorcado sin conffesion. Tuuose gran
sospecha de algunos vezinos de la cibdad. de
aquellos que le auian alc;ado por deffensor y pro–
curador, que le querí an dexar por no yrse con el,.
y con esto se fueron al pueblo
de]
axaguana como
les era mandado. Fue tambien auisado que muchos
que yuan con el en la jornada murmurauan mucho
del porque auia mandado ahorcar a Francisco Or–
tiz, que no te1iia culpa, ni el lo podia hazer por
quanto no se le auia
da~o
poder ni comission para
hazer justicia de nadie, sino tan solamente para que
fuesse por deffensor
_y
procurador ante el Viso–
rrey. Y por otra parte dixeron otros que auiendo–
le dado el pie se auia tomado ya la mano, y que
mejor era dexalle solo, pues ya se
mostr~ua
cruel
y soberuio, y que mejor era yrse todos a la cibdad
de Lima a seruir a su Magestad, antes que.los aca-
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