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no auia tantos dineros como conuenia,
a
causa que
Vaca de Castro los auia gastado en las guerras
passadas que tuvo contra Don Diego de Almagro
el mo<;o, mandó abrir los thesoros de sus sobrinos
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hijos del Margues Pi<;arro. Assimismo los que te·-
nin~
los-
m~yordomos
del
Co~endador
Hernando
Pic;arro,
y
los suyos, que en este comedio le tru–
xeron muclios de sus haziendas que tiene en las
Charcas, los quales se distribuyeron entre sus
gentes. A los capitanes y a otros muchos . yntere–
sados no se les dio-nada, porque eran muy ricos, y
por ser ellos mismos los que ynsistieron a Gon<;alo
Pi<;arro para que fuesse a Lima, antes contribu–
yeron con dineros para esta chirinola o chimera
que se armaua con tan horrendo y
pe~
nic.io~cho. Hizo alarde para ver que gente auia, y se
hallaron de presente hasta trescientos hombres,
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sin la vezindad, a los quales dio muchas armas
offensiuas y deffensiuas que auian sobrado de la
peligrosa batalla de Chupas. Andando Gorn;alo
Pi<;arro hordenando estas cosas, dende a ciertos
dias le vinieron nueuas gentes que auia embiado a
llamar a las minas de Carauaya, Guallaripa y
Moraes, Condesüyo y Desimaco, los quales . fue–
ron hasta ciento y veynte hombres, que con los de
la cibdad fueron quatrocientos y cincuenta solda–
dos. Nombró por capitan de a cauallo a Don Pedro
Puerto Carrero, que era hombre muy rico, y ca–
pitanes de la ynfanteria, Juan Velez de Gueuara y
Diego de Gumiel; capitan de arcabuzeros, Pedro
Cermeño; Maestro de campo, Alonso de Toro;
Sargento mayor, Francisco Sanchez Vertadillo;